Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd romance Capítulo 125

Aunque en el fondo, Verian inicialmente no estaba dispuesta, al final, por lo amenazante que era Heaton, corrió a regañadientes a la tienda para comprarle ropa interior.

Cuando llegó a la tienda de conveniencia en la isla, notó una fila de ropa interior masculina en el expositor. Originalmente tenía la intención de extender la mano y elegir uno negro, pero terminó cambiando de opinión. En cambio, compró uno con flores en cada lado.

El código de vestimenta habitual de Heaton todos los días era negro, blanco o gris. Nada más. Si usara este diseño floral en su cuerpo, ¡obviamente sería interesante!

Verian casi se echó a reír al imaginar casualmente la escena en su cabeza.

Al regresar al hotel, Verian le arrojó la ropa interior recién comprada mientras decía: "Toma, es tuya".

Heaton frunció el ceño cuando notó el color de la ropa interior. Era rojo con dibujos de flores. Era completamente inadecuado para él.

El hombre la agarró por la cintura, cuestionándola mientras bajaba la cabeza, "Hiciste esto a propósito, ¿no?"

Ella dio un paso atrás y lo evitó. "¿Cómo puedo saber qué color de ropa interior preferirías usar? Lo compré al azar".

"¿No viste cuando me lo quitaste anoche?"

Verian se quedó sin habla.

Verian se avergonzó mientras su pequeño rostro se sonrojaba tímidamente.

Heaton abrió la ropa interior de un solo uso antes de empujarla en sus manos. Con una mirada seria en su rostro, dijo: "Ya que lo compraste, ¿por qué no me lo pones?"

Una vez más, Verian se quedó sin habla.

Verian casi tosió sangre mientras se preguntaba qué clase de lógica tonta era esa.

“Tú, ¿no sabes cómo ponerte la ropa después de quitártela? No quiero..."

"Estoy herido."

"¡Tus heridas no estaban en tus brazos!"

Fue su espalda la que resultó herida, así que, ¿cómo podía eso evitar que se pusiera la ropa interior?

Heaton la miró fijamente con una mirada en blanco mientras dejaba colgando sus largos y delgados antebrazos y decía: "Ahora están rotos".

Verian se quedó aún más sin habla.

¡Estaba jugando con ella intencionalmente!

...

Después de que Heaton y Verian terminaron de refrescarse, fueron al restaurante del hotel para desayunar. Se encontraron con Zack en la entrada del restaurante.

“Qué coincidencia, Verian. ¿Ustedes también están desayunando a esta hora? Vamos a comer juntos."

Como Zack fue el compañero de viaje de Verian durante los últimos dos días, también comerían juntos. Sin embargo, ahora que Heaton estaba aquí de repente, Zack no pudo adaptarse al nuevo cambio de estado.

Dado que a Verian generalmente nunca le importaban las cosas triviales, ella aceptó casualmente. “Muy bien, todavía queríamos pasar dos días más en la isla. Podemos ir a bucear juntos después de la comida".

En el instante en que terminó su declaración, pudo sentir una repentina ola de aura fría a su lado.

Debido a esto, Verian instintivamente levantó la mirada en dirección del hombre a su lado. El hermoso rostro de Heaton se oscureció cuando simplemente le dio una mirada antes de cruzar los brazos y caminar hacia el restaurante antes que ellos.

Zack era un poco friki con una mente poco aguda. Desconcertado, preguntó: "¿Está tu novio de mal humor?"

Verian dejó escapar una risa tímida. "Él... Bueno, él es así. Su personalidad puede ser bastante aburrida".

El restaurante fue diseñado como un restaurante buffet de autoservicio. Heaton estaba de pie junto a una olla de avena mientras fruncía el ceño y miraba a Verian, que estaba hablando con Zack. La llamó en un tono claro y frío: "Riana, ven aquí".

Verian fue llamada de repente por él y ella corrió frenéticamente a su lado y le ayudó a recoger un tazón antes de dárselo. Ella también lo distrajo intencionalmente preguntándole: "¿Qué clase de avena es tu favorita?"

Sin embargo, parecía que incluso después de conocerlo durante tanto tiempo, todavía no tenía claro cuáles eran sus comidas favoritas.

Cuando estaba comprando comida para él con Nancy en ese entonces, Nancy pudo elegir con precisión su sándwich de atún favorito, lo que le valió algunos puntos de gloria frente a él. Dado que incluso Nancy lo conocía tan bien, como su novia, en realidad no tenía ni idea de cuáles eran sus pasatiempos.