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Wilson redujo la velocidad del coche mientras miraba las tiendas de las calles y le preguntaba a Serene: "¿Qué lugar sirve el mejor desayuno?".
La mente de Serene estaba completamente desenfocada, ya que todavía estaba pensando en que le tenía que dar la cuenta de WhatsApp de Wilson a Shirley. Ella respondió sin pensarlo mucho: “Los puestos en la carretera son básicamente un imán para las moscas. Es indigno de su grandeza, Maestro”.
Wilson arqueó las cejas y dijo: "... ¿Qué dijiste?".
"¿Ah?". Fue entonces cuando Serene salió de su trance cuando explicó frenéticamente: “Una persona exitosa de tan alto estatus como usted, Maestro, debería comer en un hotel de siete estrellas para desayunar. Estos puestos al borde de la carretera son insalubres y me preocupa que lo puedan intoxicar”.
La expresión de Wilson de repente se volvió amarga cuando dijo: "¿Qué te hace pensar que no puedo comer lo mismo que tú?".
Después de que Wilson se estacionó en un lugar vacío, habló con una expresión amarga: "Salgamos".
Serene tenía una mirada perpleja en su rostro. ¡Parecía que los cambios de humor de Hades Jarret eran increíblemente rápidos y ni siquiera le costó mucho ofenderlo directamente!
Después de que salieron del coche, Serene dijo alegremente: “Los wontones en ese puesto no están mal. ¿Por qué no vamos a ese?”.
Wilson permaneció en silencio y la ignoró. Simplemente caminó hacia la dirección que ella señaló mientras Serene lo seguía.
Los puestos de la carretera estaban abarrotados durante las horas del desayuno. Había mucha gente aquí para desayunar.
Serene solía desayunar en lugares como estos, por lo que rápidamente encontró un lugar vacío y dijo: “¿Qué quiere comer Maestro? Siéntese aquí y vigile los asientos, yo ordenaré”.
Sin embargo, Wilson no tomó amablemente su cálido gesto, sino que presionó sus enormes manos sobre los hombros de ella para hacerla sentarse. Él dijo: “Espera aquí. Yo ordenaré”.
Serene sonrió. ¡Parecía que Hades Jarret realmente sabía cómo tratar bien a una mujer!
"Quiero un tazón de wontones, Maestro".
Wilson fue a hacer fila en el cajero.
Serene apoyó la barbilla en ambas manos mientras miraba a ese hombre guapo y bien vestido. Murmuró mientras suspiraba: "Sí, cualquier mujer se conmovería con un hombre tan guapo, incluso si resulta ser un desgraciado".
Cuando Wilson regresó con el desayuno, empujó uno de los tazones de wonton hacia ella con su mano blanca, larga y delgada. Mientras Serene miraba fijamente el humeante tazón lleno de wontones, su apetito se intensificó y, en realidad, sentía hambre, ya que apenas había comido algunos bocados de las empanadas chinas que Shirley le compró.
Mientras el camarero servía algunas empanadas chinas de sopa al vapor, el camarero dijo: “El Año Nuevo Chino casi está aquí y en cada bandeja de empanada china de sopa, habrá una rellena con un dátil rojo. Todos sus deseos se harán realidad durante el Año Nuevo chino si consiguen comerlo”.
Serene lo encontró interesante, ya que normalmente se incluirían en empanada china normales. No esperaba que incluso las empanadas chinas de sopa tuvieran un truco como este.
Wilson solía estar en silencio durante una comida, por lo que, naturalmente, Serene también permanecería en silencio, ya que tener comida deliciosa en la boca era suficiente para callarla.
Serene estaba dando un mordisco a una de las empanadas chinas de sopa y justo cuando la sabrosa sopa caliente le tocó la boca, Wilson de repente preguntó: "Después de que te mudaste de la escuela, ¿siempre has estado viviendo con Shirley?".
Serene se quemó con la sopa caliente; instintivamente se tocó los labios con la mano y suspiró. Ella respondió a Wilson con el ceño fruncido: "Sí, dado que el alquiler en Ciudad del Norte era tan caro, no podía permitirme vivir sola, así que, por supuesto, necesitaba alquilar un lugar con otra persona".
Wilson de repente extendió el brazo y dijo: "¿Te quemaste?".
El corazón de Serene dio un vuelco cuando Wilson le frotó los labios con sus dedos ligeramente fríos. Ella lo miró intensamente con sus húmedos ojos.
El hombre frunció levemente el ceño mientras hablaba con voz profunda pero suave: "No es como si fuera a arrebatarte tu comida. No es bueno para la digestión si comes demasiado rápido”.
Serene se sonrojó levemente mientras fingía no ser molestada por él mientras apartaba su mano. Luego bajó la cabeza y se comió en silencio sus wontones. Ella murmuró: "Solo quería comer el que tiene el dátil rojo".
No era de las que creían en la superstición, pero sentía que significaría buena suerte para ella. El único deseo que tenía es que se graduara sin problemas durante el nuevo año y continuara trabajando en el hospital sin problemas.
Al final, Serene consiguió lo que quería y probó con éxito el que tenía el dátil rojo.
Serene preguntó mientras salían del puesto de comida: "¿Por qué pidió empanada china de sopa si no le gustan?".
Él no se había comido ni uno solo. Para no dejar que se desperdiciara, Serene se obligó a terminarlos.
El hombre que caminaba frente a ella se detuvo y bajó la mirada hacia ella. Él dijo: "¿Quién te dijo que no me gustan las empanadas chinas de sopa?".
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