Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd romance Capítulo 323

Después de trabajar por el resto de la mañana, Serene envió un mensaje de texto a Verian mientras almorzaba en la cafetería.

"¿Qué crees que significa cuando un hombre no puede dejar de besarte?".

Verian estaba escribiendo una carta de autorreflexión cuando recibió ese texto.

En cuanto a por qué estaba escribiendo esa carta en primer lugar, bueno, todo fue por esa noche en que se emborrachó completamente con Serene.

Ella encontró ese mensaje gracioso y preguntó: "¿Quién te besa todo el tiempo?".

Serene respondió: "... Solo responde mi pregunta primero, luego yo... te diré quién es".

Verian podía saber fácilmente quién era esa persona sin que Serene se lo dijera. Ella respondió: "¿Es el Dr. Jarret?".

Serene se quedó sin habla.

¿Era realmente tan obvio?

No, no debería ser así. Además, rara vez mencionaba la intimidad entre Wilson y ella frente a Verian, así que, ¿cómo podía Verian adivinar su relación tan fácilmente?

Verian preguntó: "¿Te gusta el Dr. Jarret entonces?".

Serene respondió instintivamente con cuatro palabras: "No, no me gusta".

"Tienes que dejarle claro antes que no le gustas. Siento que el Dr. Jarret tiene sentimientos serios por ti”.

Serene frunció el ceño, “¿Cómo va a ser serio? Siento que está enamorado de mi compañera de cuarto”.

Wilson, que generalmente no estaba interesado en los chismes y se mantenía a raya había hecho algunas preguntas sobre Shirley esta mañana, y la única pregunta que quedaba sería su cuenta de WhatsApp.

“¿Ah? De ninguna manera. No creo que el Dr. Jarret sea ese tipo de persona”.

“¿No es ese tipo de persona? Oh, por favor, creo que solo quería tener sexo sin ninguna responsabilidad. Sin embargo, ya he decidido que me mantendré alejada de él. Además, el año nuevo se acerca pronto y volveré a casa. No lo veré por mucho tiempo”.

Verian respondió: "A juzgar por tu tono, ¿por qué siento que estás haciendo una rabieta?".

Serene se quedó sin habla.

Serene parecía desenfocada mientras comía la comida en su plato.

"¿Este asiento está ocupado, Serene?".

"Oh no. Puede sentarse aquí".

Sentado frente a ella estaba el Dr. Homer, el Jefe del departamento gastrointestinal. Según el chisme entre los médicos, el Dr. Homer se graduó de una prestigiosa escuela hace dos años. Era conocido por hacer que todos se sintieran cómodos a su alrededor con la forma en que hablaba y su apariencia. Era un hombre elegante.

Mientras Serene reflexionaba sobre alguien que tenía cualidades tan increíbles como él, debería tener una novia, ¿verdad?

Serene soltó una tos incómoda, se acercó un poco más a él y le preguntó en broma: "¿Tiene novia, Dr. Homer?".

El Dr. Homer se atragantó con la comida y su rostro se sonrojó de repente. Él respondió con nerviosismo: "Todavía no, pero siento que pronto tendré novia".

“¿Ah? Oh".

Serene reaccionó con calma mientras cortaba el muslo de pollo en su plato. ¿Por qué se sentía ella sin apetito hoy cuando, por lo general, se babeaba por un muslo de pollo?

Liam la miró con curiosidad. ¿Estaría ella interesada en él ya que le había preguntado si tenía novia? ¿Estaría tratando de obtener algún tipo de confirmación de él?

¿Era ese el objetivo de su pregunta?

Liam la miró fijamente mientras recogía el arroz con los palillos. Él preguntó: "¿No tienes apetito?".

Serene levantó la cabeza con una mano mientras comía deprimentemente con la otra. Ella dijo: "La comida de la cafetería tiene un sabor insípido hoy".

“El edamame frito y los encurtidos que tengo en mi plato son bastante buenos. Todavía no lo he tocado. ¿Quieres probar algunos?”.

Mientras Liam hablaba, inmediatamente tomó el edamame frito y los encurtidos, y los colocó en el plato de Serene. Serene no pudo rechazarlo a tiempo.

Wilson caminaba hacia ellos con una bandeja en la mano. Por lo tanto, era natural que él se fijara en ambos. Arqueó las cejas cuando vio a Liam poniendo su comida en el plato de Serene.

Cuando Serene estaba a punto de probar el edamame frito y los encurtidos, una mano enorme de repente agarró la suya.

"No puedes comer comida salada. Estás resfriada”.

Serene respondió: "¿Ah?".

¿Cuándo se había resfriado? ¿Cómo es que ella no sabía nada de eso?