Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd romance Capítulo 849

Cherie había reflexionado durante todo el día y, al final, decidió buscar a Boyle para hablar sobre el embarazo.

Ella estaba embarazada, y Boyle tenía responsabilidad sobre eso.

No serviría de nada si seguía actuando de forma cobarde.

Boyle era el padre del bebé. Él tenía derecho a saberlo.

Después de llegar al Condominio Greentown, Cherie tocó el timbre, pero nadie respondió. Cherie supuso que Boyle aún no había vuelto a casa.

Se sentó junto a la escalera de la salida de emergencia y esperó en silencio a Boyle.

Mientras ella lo esperaba, pensó en los diversos escenarios sobre cómo reaccionaría Boyle. Boyle probablemente le daría un montón de dinero para el aborto o tal vez, ¿él podría asumir la responsabilidad del bebé?

Sin embargo, no importaba las suposiciones que ella tuviera en mente, no parecía querer prepararse para aceptarlas.

Ella frotó su mano contra su vientre plano. Ella miró al suelo y murmuró, "Bebé, por favor no te enfades conmigo si decido no tenerte. Por favor, perdóname, ¿de acuerdo?".

Ella solo tenía dieciocho años. Si dejaba la universidad para ser madre soltera, Heaton probablemente la mataría a golpes.

Ella no se atrevía a arriesgar su vida para cuidar al bebé.

Ring.

Las puertas del ascensor se abrieron.

El sonido llamó su atención. Era Boyle.

Respiró hondo y se puso de pie. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de dejar la salida de emergencia, ella dudó.

¿Era apropiado venir a buscarlo sin avisarle de antemano?

Después de todo, ellos se habían separado oficialmente hace dos semanas.

Justo cuando estaba considerando la posibilidad de hablar con Boyle sobre el bebé, otro ascensor llegó al mismo piso. Las puertas se abrieron, y una dama salió corriendo del ascensor.

"¡Boyle!".

Boyle estaba a punto de entrar a su casa cuando escuchó que alguien lo llamaba por detrás. Cuando se dio la vuelta, vio a Natalie acercándose a él.

Boyle frunció el ceño. "¿Me estabas siguiendo?".

Natalie usó tacones altos intencionalmente ese día. Mientras ella caminaba hacia él, se dobló el tobillo a propósito y tropezó con los brazos de Boyle.

Cherie se paró detrás de la puerta de salida de emergencia mientras se sujetaba con fuerza a la puerta. Sus ojos brillaron de ira al presenciar esta escena.

¿Por qué vino Natalie a la casa de Boyle? ¿Qué estaba planeando hacer?

Natalie sonrió tímidamente y respondió, "Quería consultarte sobre algo. Mis conocimientos básicos en matemáticas avanzadas son bastante deficientes y, por lo tanto, no obtuve un buen resultado en mis exámenes finales. Aunque esté a la altura, todavía queda un largo camino por recorrer si deseo obtener una beca. Deseo obtener una beca todos los años como lo hiciste tú".

Boyle estaba a punto de decir que estaba ocupado. Sin embargo, cuando levantó la mirada, notó una pequeña figura detrás de la puerta de salida de emergencia.

‘Es Rie. ¿Está ella aquí porque me extraña?’

Su corazón vaciló. Sin embargo, recuperó la compostura en poco tiempo con sus pensamientos racionales.

Si deseaba persuadirlo coquetamente para que se reconciliara con ella, dudaba que pudiera resistirla.

Él no se atrevía a mostrarse insensible con ella. Su corazón se derretía instantáneamente con solo verla.

Natalie se arregló deliberadamente ese día. Ella tenía bastante confianza en su apariencia. Aunque su apariencia no era deslumbrante, ella tenía rasgos faciales exquisitos que cautivaban los corazones de las personas. Como Boyle no la rechazó, ella continuó, "Sé que eres una persona amable y servicial. Definitivamente me ayudarás, ¿verdad?".

Ella levantó la barbilla y lo miró con ojos de gacela.

Boyle no tenía ganas de enseñarle a Natalie. Sin embargo, quería que Cherie abandonara la idea de reconciliarse con él.

Boyle asintió y le abrió la puerta. "Hablemos adentro".

Natalie estaba bastante sorprendida. No esperaba que Boyle la invitara a su casa.

Ellos entraron y se cerró la puerta.

Cherie se quedó clavada en el suelo. Cuando vio que el rostro de Natalie se iluminaba con una amplia sonrisa, las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.

Se dio cuenta de que él podía ser amable con cualquier chica e invitarla a su casa si quería.

Pensó que ella era especial para él. La mimaba, la adoraba y la cuidaba. Por lo menos, ella le gustaba en ese entonces.

Sin embargo, finalmente entendió que no era diferente de Natalie o Layla.

¿Por qué tenía pensamientos tan ilusos, pensando que él asumiría la responsabilidad del niño si supiera que estaba embarazada?

Ella acarició su vientre con sus manos temblorosas. Gotas de lágrimas cayeron rápidamente al suelo mientras bajaba la cabeza.