Diario de una Esposa Traicionada romance Capítulo 1021

“No se preocupen, ya me siento mucho mejor,” dijo Ander, mientras se arrodillaba con cuidado.

Leticia intentó seguir su ejemplo, pero Ander la detuvo. “Tú no puedes,” le dijo, lanzándole una mirada llena de significado.

Ella captó su mensaje y se mantuvo de pie a un lado, mientras Luisa estallaba de repente. “¡Tú rodilla no vale nada! ¡Te arrodillas por ella una y otra vez!”

Ander bajó la mirada y respondió con calma, “Arrodillarse por el cielo, por la tierra, por los padres... No se trata de si vale o no.”

“Ella es mi prometida, pronto será mi esposa. Si algo la incomoda, es mi deber asumirlo.”

“Además, ella no hizo nada malo.”

Luisa parecía a punto de perder los estribos, pero Francisco intervino rápidamente: “¿Quieres matarte de un coraje?”

Una sombra de emoción cruzó los ojos de Ander, pero su voz seguía siendo serena. “No entiendo. Sólo quiero casarme con alguien a quien amo y tener una familia. ¿Por qué se oponen tanto?”

“Incluso al punto de enviarla a ese lugar.”

Leticia se quedó helada al escuchar esto, dándose cuenta de que la familia Elizondo había estado involucrada en su situación.

Cloé apretó suavemente su mano, indicándole que mantuviera la calma.

Leticia esbozó una sonrisa amarga. En el fondo, siempre había sabido que la familia Elizondo quería deshacerse de ella desde el inicio de su relación con Ander.

“No pasa nada,” susurró para tranquilizar a Cloé.

Ander, con su oído agudo, escuchó esto y volteó a mirarla.

Ella negó con la cabeza, y él se relajó antes de continuar. “Ya lo he dicho antes con claridad, y no quiero repetirlo.”

“No intento irritarlos, pero no pienso dar marcha atrás. Les pido, den un paso atrás ustedes.”

“Leticia es la mujer con la que me casaré. No la traeré aquí para que sea su nuera desdichada.”

“¡Tú!” Luisa estaba tan furiosa que su rostro palideció y le faltó el aliento por un momento. Francisco la consoló, ayudándola a respirar con calma.