Diario de una Esposa Traicionada romance Capítulo 707

Al regresar a Casa de la Brisa, Camilo me llevó directo a la cama.

"¡Pero si aún no se ha puesto el sol!"

Me sentí un poco avergonzada y extendí la mano para empujarlo con fuerza.

Camilo sujetó mi mano. "Hoy nos casamos, todos saben que seguramente..."

Capté el deseo evidente en sus ojos y no pude evitar lanzarle una mirada fulminante.

Él continuó: "Además, mamá está con los niños jugando en la habitación de juegos, nadie nos va a molestar."

No tenía la fuerza para igualarlo, estaba completamente a su merced.

Incapaz de liberarme o de detenerlo.

Frustrada al máximo, solo podía pensar en una manera de ganar tiempo.

"Dejemos a un lado lo de Leticia Navarra y Ander Elizondo, pero hay algo que tenemos que hablar."

Camilo no dejaba de moverse, mirándome profundamente: "¿El asunto de mamá y Paulo?"

Asentí. Originalmente, después de que mi mamá cedió, invité a Paulo Garibay a la boda.

Después de escuchar mis planes, Paulo amablemente declinó: "Tu boda, no podemos robar el protagonismo, bailar y cantar quedan descartados, tu mamá puede dar un discurso, yo mejor no."

"Cloé, entiendo lo que quieres decir, que tu mamá me deje asistir a tu boda, sin cortar lazos completamente conmigo, te lo agradezco mucho, pero la boda es importante, especialmente tu camino con Camilo no ha sido fácil."

"Los sentimientos no se pueden forzar, tampoco quiero poner en aprietos a tu mamá, mejor dejemos que las cosas fluyan naturalmente."

Así que, no planifiqué esos momentos para mi boda.

Y cuando Paulo llegó, lo hizo de manera muy discreta, completamente cubierto, solo saludó a mi mamá en privado.

Durante toda la boda, ellos dos casi no interactuaron.

De hecho, fue Fabio Chávez quien trajo de vuelta a mi mamá, Paulo había aprovechado un momento para venir y ya se había ido al extranjero para un evento.

"Entonces, con tu astucia, analízame, ¿tienen futuro mamá y el señor Garibay?"

Camilo alargó la voz en un "oh", sus ojos entrecerrados y llenos de picardía, "¿Intentando ganar tiempo, eh?"

"..."

Por supuesto, no podía admitirlo, así que repliqué: "¡Mamá es la persona más querida para nosotros, cómo no vas a preocuparte por su felicidad!"

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