Diario de una Esposa Traicionada romance Capítulo 709

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"Eso sí, ahí te gané en sinceridad."

Laura ni se enojaba, su sonrisa parecía estar soldada a la cara.

Su tono seguía siendo suave, "Esta noche, déjalos aclarar los malentendidos pasados, y mañana, ya les daremos nuevos malentendidos que resolver."

Afuera, el dueño del escape room miraba las cámaras de seguridad y le decía al empleado a su lado: "Estos dos sí que tienen agallas, hasta los fantasmas han estado rondando y ellos siguen ahí, platicando tan tranquilos."

...

Al entrar al estacionamiento subterráneo, antes incluso de detener el auto, Leticia ya estaba intentando abrir la puerta para bajarse.

Ander, con una mano grande, la detiene directamente, "Si quieres charlar aquí dentro, yo me apunto."

"Estás realmente enfermo."

La respuesta de Leticia fue fría.

El conductor, viendo la situación, se esfumó.

Ander le pregunta: "¿Subimos o nos quedamos aquí?"

Leticia levanta su pie intentando golpearlo, "Ninguno, no quiero hablar contigo, ni siquiera respirar el mismo aire me asquea."

Sobre todo porque llevaba ese suave aroma a gardenias de Laura.

Ander presionaba sus piernas con las suyas, la mandíbula tensa, "Bien, veo que prefieres quedarte en el auto."

Leticia, incapaz de liberarse después de intentarlo todo, estaba completamente dominada.

Maldita sea. No es tan grandioso ser fuerte.

Decidió dejar de resistirse, era un desperdicio de energía, y volteó su cabeza ignorándolo.

Ander no forzó su rostro hacia él, manteniendo esa postura incómoda, comenzó a hablar lentamente: "Lo del aeropuerto fue mi culpa."

"Ya te lo dije, te pido disculpas."

Leticia se mantuvo en silencio.

Ander continuó: "De hecho, antes de que Camilo propusiera matrimonio, ya tenía planeado disculparme contigo. Te envié un mensaje para encontrarnos en la cafetería, pero no respondiste..."

"Ni apareciste."

Su voz se llenó de un leve reproche y una queja apenas perceptible.

Leticia, con una emoción tenue, contestó: "Oh, si quieres decir cosas desagradables, las dices, y si quieres disculparte me invitas a la cafetería y ¿debo ir? ¿Por qué debería?"