Diario de una Esposa Traicionada romance Capítulo 896

"Ya sé que lo necesitas, no hay de qué."

"..."

Óscar, al ver que no lo aceptaba, simplemente encogió de hombros y se giró hacia Leticia diciendo: "Este asunto, hermanita, lo puedes organizar como quieras. Solo asegúrate de que salga bien. No tengo ningún requisito especial, pero hay ciertas cosas que debes tener en cuenta. Te las enviará mi secretaria más adelante."

Leticia hizo una pequeña reverencia, "Gracias por su confianza."

Óscar tenía que seguir saludando a más gente, así que le dijo a Ander: "Llévate a la hermanita a comer algo, y luego subimos a jugar cartas."

"El amigo de la hermanita, David, también se puede quedar a jugar un rato. Algunas de las personas que vienen después probablemente trabajen con nosotros, sería bueno que los conocieran."

Emilio estaba tan emocionado que casi no podía hablar, pero Leticia agradeció por él.

Cuando Óscar se fue, Leticia le dio una palmada en la espalda a Emilio.

"¡Ánimo, David! No te hagas chiquito. Yo no sé nada de patrimonio cultural intangible ni de moda inspirada en él, tú tienes que hablar de tus puntos fuertes."

Emilio se rascó la cabeza, "Tienes razón, hermanita, estoy un poco nervioso."

Con eso, Leticia también entendió.

Después de todo, ella también había estado nerviosa cuando se enteró de quién era Óscar.

Leticia no dijo nada más, "Vamos a comer algo, nos sentamos allá."

"Vale."

Emilio fue por algo de comer.

Leticia estaba por irse cuando sintió que alguien la rodeaba por la cintura.

Al girarse, se encontró con la mirada fría y llena de reproche de Ander.

"¿No crees que deberías agradecerme?"

Bueno, tenía razón.

Una cosa no quita la otra.

Si había recibido ayuda, lo mínimo era agradecer.

"Gracias, señor Elizondo. Invito a comer al señor Elizondo."

Ander se acercó a ella, bajando la voz para que solo ellos dos pudieran escucharse.

"Solo acepto agradecimientos en la cama."

"..."