Selena se enojó de repente, "¡Óscar, mi cabello!"
Ella lo empujó con fuerza, sacó un espejito de su mochila y al ver que el cabello de un lado estaba todo chamuscado, le dio una patada al hombre frente a ella.
El hombre, con las manos detrás de la espalda, hizo un gesto antes de preguntar con urgencia, "¿Te lastimaste?"
"¡¿No tienes ojos?!"
Selena le apuntó con el mechón de cabello chamuscado, "¡Mira, mi cabello se quemó!"
Óscar asintió seriamente, "Lo veo."
Selena estaba tan enojada que se le hincharon las mejillas, "Me debes una compensación por mi cabello."
"¿Cómo te compensó?"
"Divorcio."
Óscar no replicó, solo preguntó: "¿No te dije que no anduvieras vagando por aquí?"
Selena se detuvo un segundo, "¡Nunca lo dijiste!"
Ella no se dejaría engañar tan fácilmente ahora, "Aunque lo hubieras dicho, no es la primera vez que vengo aquí, ¿cómo es que tu gente no me reconoce?"
Sí, había crecido, ya no era fácil de engañar.
Óscar, con calma, se ajustó los puños de la camisa.
"Hemos tenido algunos nuevos en estos días."
"Hace un tiempo que no vienes, estás enojada conmigo pidiendo el divorcio, ellos no lo saben, te consideran un factor de riesgo, es normal."
"…"
Selena se sumergió en un torbellino de pensamientos.
Al final, decidió no decir nada.
Y se dio la vuelta para irse.
Óscar extendió la mano para traerla de vuelta.
"Te salvé."
Selena lo miró fijamente, "Seguro que ordenaste que me atacaran."
"¿Cómo podría?" Óscar levantó la mano, pasando sus dedos por el mechón de cabello, sintiendo una mezcla de dolor y cálculo, "Preferiría que me lastimaran a mí, antes que a ti."
Selena no le creía ni una palabra, "Déjame, tengo cosas que hacer."
"Perfecto, tengo que ir a Villa del Mar a resolver unos asuntos, vamos juntos."
"…"
Después de unos cinco segundos, Selena pisó fuerte su pie, "¡Escuchaste mi llamada!"
Óscar contraatacó: "¿Necesito espiar?"
"…"

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