DOCTORA DE DÍA, MADRE SOLTERA DE NOCHE. SERIE LOVE MEMORY. romance Capítulo 100

UN TEST DE ADN

CAMIL ARAY

Llegamos a Los Ángeles, y allí en la pista nos esperaban Atenea y Amiel Aray. No se porque sentí que era algo así como héroe de Guerra con ese recibimiento.

Atenea me abrazó con el cariño de siempre, ella desde que llegó siempre había intentado ser una hermana mayor, aunque yo al principio no pude verlo. Luego susurro algo en mi oído.

—¡Gracias al cielo pudiste aplacar a la bestia!— dijo en una risita nerviosa y culpable —. La verdad es que me sentía muy culpable de todo lo que ocurrió, de haber desconfiado de ti Peligro… y también haberte dejado tirada. Mara me ganó esa partida. ¡La muy bruja!

Negué con la cabeza y con afecto respondí a su cariño apoyando una mano en su hombro y volviéndola a abrazar.

—Pierde cuidado Miss Aburrida. Tu no tuviste culpa… Creo que yo también hubiera desconfiado— espeté con sinceridad.

—¿Entonces ya eres mi hija?— preguntó Amiel Aray imponiéndose e interrumpiendo para saludarme. Atenea sonrió, rodó los ojos y se hizo a un lado para abrazar y besar a su esposo —. ¡Seeeee!— dijo en tono jocoso el respetado y querido patriarca familiar, que me recibía como si realmente yo fuera su verdadera hija. El corazón de ese hombre era enorme—. Ya veo que hiciste que el potro salvaje regresará a donde pertenece… ¿Que puedo decir?¡mis hijas son así!. A estas bestias hay que tenerlas con las riendas cortas… y más a esos dos. ¡Creo que si fueran hermanos no se parecieran tanto!.

Amiel levantó a Emira del piso y la abrazódespués de saludar con un poco de desgano a su hijo y a su sobrino.

—¿Sabes que yo soy tu abuelito? — le preguntó a la niña y está asintio feliz de la vida— Me han dicho que eres una princesa muy linda e inteligente como tú mami.

—¡Si! —Dijo Emira encantada—. Soy una doctora princesa. ¡Y Seré Cirujana como mi mami!

—¡Wow!— expresó el magnate— ¡Eso suena muy importante! Estoy seguro que serás la mejor cirujana del mundo.

—¡Mi mami es la mejor cirujana del mundo!— objetó mi hija y yo también le di una sonrisa cómplice.

—¡Confirmo!— añadió Farid pasando por detrás de mi y abrazándome en el proceso—. A mi esta divina mujer me suturó la cabeza y no quedó ni una sola marca. Tiene manos mágicas.

—¡No soy cirujana plástica!— dije sonriendo y él se alzó de hombros— Eres tú el que es muy bueno cicatrizando.

—¡En algo tenía que ser bueno!— soltó Liam metiéndose en la conversación con Atenea abrazada a su cuerpo. Solo habían pasado unas cuantas horas separados, pero parecían goma de mascar de lo pegados que estaban desde el aterrizaje.

Finalmente abordamos los coches, y partimos a la mansión de Bevery Hill.

Allí la anfitriona nos acomodó en dos habiataciones de huéspedes.

Farid y yo compartiríamos habitación, y Emira estaría muy cerca en la habitación adjunta.

Era un hecho que pasaríamos unos días en Los Ángeles, hasta que Liam tuviera fecha para la primera audiencia de mi caso.

Teníamos que arreglar el asunto referente a las pruebas de ADN, aunque eso fuera un fiasco total.

Los dos primeros días en Los Ángeles fueron absolutamente tranquilos.

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