DOCTORA DE DÍA, MADRE SOLTERA DE NOCHE. SERIE LOVE MEMORY. romance Capítulo 101

DOBLE O NADA

FARID ARAY

—No sabía que teníamos fijada una hora para llegar, nadie me avisó— protesté sin dar siquiera los buenos días. Había tenido demasiada paciencia, pero mis deseos de soportar a Abdel y su arrogancia se iban desvaneciendo. Odiaba ese intento de presión que tenía mi vida patas arriba.

Abdel Kaya estaba molesto, se lo veía en el rostro; y su hija Yamila parecía que le estallarían las mejillas por la ira. Eran demasiado altivos, para solo ser una familia con influencias, ya que la familia de Abdel ni siquiera ostentaba el título de jeque en la antigua jerarquía árabe.

Camil caminó de mi mano como la reina que era, no trastabilló ni se dejó intimidar en lo absoluto.

—Buenos días— saludó y ambos la miraron sorprendidos. Obviamente no esperaban que forzándola a realizar un examen de ADN aún le quedaran ganas de saludar.

Amiel, mi tío, avanzó y dejo a Abdel con la mano en el aire cuando este se la ofreció, el momento fue incomodo, y intercambiamos mirada con los Kaya, dejándole saber con su descortesía que estaban tirando demasiado de la cuerda, y que se rompería seguramente por el lado más débil.

—¿Nos sentamos? —preguntó mi mujer, que la mañana había sido un poco brusca para ella, las nauseas la estaba molestando demasiado. Aun así, se veía impecable, como si no se sintiera enferma en absoluto. Elegante y perfecta, como si no hubiera vomitado el contenido de su estomago dos veces antes de salir de casa.

—Por supuesto Habiba—respondí solícito y la acompañé a sentarse en un mueble cerca de una enorme ventana de cristal por la que se podía observar la vista de la avenida atestada de autos y transeúntes.

Liam apareció y le agradecí al cielo, pues la situación se tornaba cada vez más tensa. Mi primo saludo a su padre, a su hermana y luego a mí. Él había salido de casa tan temprano que ni siquiera tuvimos oportunidad de hablar al respecto. Sabia que iba a tratar de interponer un recurso, para eso necesitaba ganar todo el tiempo que la distracción que esto podía darle.

—Hermosos rostros—espetó antes de caminar hacia el árabe y su hija que estaban acomodados en un sofá cercano.

—Creo que el padre este desesperado por deshacerse de esa niña. Es bonita pero parece demasiado enojona… no como mis hijas que son angelitos angelicales—musitó mi tío que le encantaba la idea de tener a Camil y Atenea como hijas adoptivas.

Liam se acerco a los Kaya, y en momentos como estos es que agradecía al cielo que fuera un abogado tan feroz como un tiburón blanco.

Mi primo le paso un documento a Abdel Kaya y este o miro asombrado sin siquiera leer el contenido del pape que acababan de entregarle.

—Si usted cree que con un documento impedirá que se realice este examen— expresó Abdel pero en la cara de cínico de Liam supe que cualquier cosa que hubiera hecho, no era exactamente para detener el rumbo de los acontecimientos. Sino para que fueran mucho mas dramáticos, si es que se pudieran empeorar.

Me casaría con mi prima… mi prima adoptiva, quien casualmente era la hermana de mi primo y la hija de mi tío, si eso no era un final dramático, pues no se me ocurría que ora cosa podría serlo.

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