23. “Doblegar a una fiera”
FARID ARAY
Liam se sentó frente a mí en uno de los amplios sillones del patio mas alejado del centro de la casa. Hasta aquí lo había atraído para comentarle o que había ocurrido años atrás cuando puso bajo mi cuidado a su hermana, que por ese entonces solo tenia dieciocho años, y era unos cuantos años más maduro, y debí haber sido quién controlara aquella situación.
—¿De que quieres hablar con esa imperiosa necesidad y esa intriga? —interpeló Liam mirándome a los ojos con intensidad. El no sospechaba nada en absoluto, y no me sorprendía… mi primo a pesar de ser un feroz abogado en ocasiones pecaba de ingenuo.
—Quiero hablar de algo que ocurrió en el pasado— expliqué haciendo una mueca de pesar y pasándome la mano por el pelo. —Algo que no debió ocurrir, pero aun así paso… y yo fui el único responsable…
—Déjalo en el pasado entonces…—sugirió Liam hablando como abogado y no como mi mejor amigo.
—¡No puedo! No después de descubrir…. Ni después de saber o que ahora sé.
Liam analizo otra vez mi rostro con evidente preocupación. Estaba preocupado por mi semblante y se rasco la cabeza gratando de entender hacia dónde marchaba esta conversación.
—Me enamore de Camil—admití por fin hablándole con la verdad absoluta… de nada valía que ocultara mis sentimientos a estas alturas del partido y como estaban las cosas, lo más inteligente que podía hacer era ser cien por ciento sincero. No fue solo que me acosté con ella… porque la verdad era que me había enamorado como un muchacho inexperto, un colegial.
—De todas las cosas que creí que dirías jamás pensé que seria esta—expresó sin el más mínimo atisbo de sorpresa en la voz.
—¿Lo sabias? —pregunté asombrado de que el lo tomara con aquella fría calma. —¿Todo este tiempo lo supiste? —interpele sintiéndome perdido.
—Solo sé que algo paso entre ustedes en esa época que hizo que Camil diera un sorprendente cambio para bien… y que tú te volvieras un ser cada vez más huraño. Somos hermanos Farid… así que si preferiste guardar silencio yo no te presionaría acerca de lo que ocurrió entre ustedes, yo no te presionaría a hablar… y bueno, Camil siempre había sido demasiado liberal, tu fuiste un antes y un después en su vida, por eso decidí no intervenir de ningún modo. Ninguno de los dos dijo nada, y yo solo imagine bueno… lo obvio, que Camil te había roto el corazón, como a otros tantos.
—Ella no fue la culpable. A mi me dio miedo decepcionarte, faltar a nuestra amistad. Te traicioné de a peor manera posible. Y de paso no fui suficiente para ella…
—¿Bromeas verdad? —me interrumpio Liam con expresión demasiado seria. —Para mi fue un poco estresante saber que habias tenido algo que ver con Camil… porque para ese entonces ella ya te había dejado, pero tu Farid salvaste a mi hermana. Por aquella época Camil era un completo desastre, bebía como estibador del puerto, consumía drogas, no estudiaba, y después de que regreso de Riad… bueno, si es hoy medico es gracias al cambio que dio al regresar… gracias a ti.
—La niña Liam—logre articular.
—¿Mi sobrina? —preguntó el otra vez —Si es una belleza, pero Camil la registro como hija suya… sin nunca declarar quien era el…el… pa-dre— capté el momento exacto en que Liam comprendió la magnitud del asunto y afirmé con la cabeza,
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: DOCTORA DE DÍA, MADRE SOLTERA DE NOCHE. SERIE LOVE MEMORY.