26 “¿Quién es él?
CAMIL DE LA FUENTE
La jornada laboral estaba por finalizar, durante la tarde había tenido una cirugía para extirpar un tumor de la cavidad abdominal de un paciente de oncológico. Dave que acababa de llegar en el mediodía desde New York, y se nos unió en último momento en el quirófano, desde entonces no dejo de lanzarme miradas reveladoras durante las tres horas que estuvimos allí.
Una vez que salimos, él fue tras de mi al cuarto de los médicos, ávido que le diera razones de lo que había sido mi semana como para que lo hubiese dejado en visto durante todas las noches anteriores.
—¡Te extrañe! — expresó plantándose frente a mi esperando que le respondiera exactamente de la misma forma. —Te escribí Camil, te escribí muchas veces y ni siquiera creo que hayas visto mis mensajes.
—Lo siento, estuve distraída estudiando, y demasiado ocupada— traté de justificarme sin sostenerle la mirada… «demasiado ocupada que había estado besando al padre de mi hija» pensé con cierto desprecio hacia mi mentira y mi justificación.
—Camil cuando te dije que quería intentar algo contigo, lo hice porque también pensaba que tu pondrías algo de tu parte. Sé que la niña ocupa tu tiempo…
—La niña no tiene nada que ver—objeté, no podía poner a mi hija como excusa. Emira era mi tesoro, no un inconveniente y no una distracción para mí; el hombre con quien fuera a iniciar una relación tenía que entender que yo con Emira tenía un compromiso de por vida, y no la descuidaría. —Solo estuve distraída—repetí.
Él trato de besarme, pero yo sencillamente lo rechace educadamente, haciéndole una señal a la puerta para indicarle que cualquiera podía entrar y vernos.
—¿Te puedo acompañar a tu casa? —preguntó y me quedé en blanco sin saber que responder. Me gustaba Dave, me gustaba tenerlo cerca… pero ahora mismo mi cabeza estaba en otro sitio, mi cabeza estaba en mi hija… y en aquel Aladino que decía ver.
Quería pensar que estaba paranoica, pero lo que estaba era aterrada por la presencia de Farid en la ciudad de Atlanta.
« ¿Se había acabado el petróleo en el Medio Oriente como para que Farid no tuviera otro lugar en que estar?»
—Dave, estoy pasando por un momento complicado con mi hija. Hoy mismo no creo que sea prudente recibirte— musité apenada y con el rubor tiñéndome las mejillas. —Necesito algo de tiempo para poner mis asuntos en orden. Mi hija…
—Te entiendo—respondió él haciéndome sentir aún más culpable. —Te entiendo y admiro que tu hija sea lo más importante para ti. —Te daré tiempo… tiempo para que te entregues cuando estes lista para hacerlo.
Quede en silencio, aquel modo de ser tan hermoso de Dave solo me había hecho sentir más culpable de haber permitido que el jeque me besara.
«¡M@ldito Farid!» ¿Por qué aparece así, después de tantos años para arruinar mi vida?
Pareciera un castigo, un castigo horrendo del karma, por haberle ocultado la verdad al padre de mi hija.
Dave me acompañó al parqueadero de los médicos, abordó su coche y salió antes que yo. No estaba molesto, pero mi negativa a pasar tiempo con él, a fin de cuentas, lo había herido.
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: DOCTORA DE DÍA, MADRE SOLTERA DE NOCHE. SERIE LOVE MEMORY.