DOCTORA DE DÍA, MADRE SOLTERA DE NOCHE. SERIE LOVE MEMORY. romance Capítulo 31

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31 “Se supo la Verdad”

CAMIL DE LA FUENTE

Entre por la puerta del hospital caminando pareciendo un zombie. La noche sin dormir me había sacando unas bonitas ojeras, a lo oso panda. Es que las preocupaciones maltratan más que una guardia entera entrando y saliendo de un quirófano.

La mañana sería bastante complicada si no lograba despabilarme.

Al menos Emira había descansado y había llegado a la escuela feliz como lombriz y habiendo mil preguntas de cuando y cómo volvería a ver a su papito.

Nunca creí poder escuchar la palabra «papá» tantas veces seguidas, pero mi hija había roto todos los record posibles, y están absolutamente feliz.

Yo aún tenía mis reservas, pero hasta ahora Farid había resultado ser encantador.

Los años nos darían la sabiduría para llevar la fiesta en paz, y aunque fuera separados sacar adelante a nuestra hija.

Marta me abordó con un café en las manos y tan pronto llegamos al cuarto de los médicos nos sentamos una frente a otra, para degustar ese café en silencio. Marta sabía que algo me ocurría y yo también sabía que algo le había pasado.

Marta aguardó mientras me colocaba la pijama quirúrgica de color morado oscuro hasta que por fin habló.

—¿Cuándo me dirás qué ocurre? —interpeló Marta. —¡Es obvio que algo malo ocurrió!

—Eres muy perceptiva— respondí acomodándome finalmente los suecos médicos.

—¿Te acostaste con Dave y así te dejó? He escuchado decir que tiene una espada láser entre las piernas…

—¡No por Dios! ¡No me acosté con Dave!¡Es algo mucho más a complicado lo que ocurrió! ¡Mucho más complicado en serio!

—¿Reapareció el arabillo sexy?— indagó ella entonces abriendo los ojos como platos. —¿Es eso?

—¡Peor! Descubrió que Emira era su hija. Descubrió que tiene una hija— expliqué contrariada.

—¿Y te enfrentó?— preguntó ella demasiado sorprendida para darse otro trago de aquel café descremado que tomaba.

—¡No solo eso… se representó frente a la niña! — le informe y ella dejó caer la mandíbula inferior otra vez.

—¿Se presentó frente a la Doctora Princesa? ¡Dios santos! ¿Qué dijo Emira? ¿Qué dijo él? Tú vida es una telenovela…¡por Dios amiga! ¿Cómo lo haces?— preguntó Marta y casi que la odie por ello. Tan divertida como estaba, y a mi me estaba llevado el diablo.

—¡No es divertido Marta! Para mi fue muy difícil. Para la niña también fue demasiado impresvisto, demasiado emocional, estaba eufórica, y Farid solo puedo decir que estuvo a la altura de la situación. Cumplió las expectativas de la niña, y creo que las supero. Ahora su papá es su héroe, y me aterra pensar que si se nos deja, que si la deja, mi bebita estará debastada.

—No creo que él sea capaz de alejarse— repuso Marta y quise pensar que ella tendría razón.

—Marta Farid es millonario… compro una casa, compro una camioneta para la niña. Le compara un avión si lo encuentra preciso y solo tendré que estar callada mientras él la compra con regalos. Me da miedo que Emira olvide que …

—¿Qué olvide quien es su madre? ¿Qué olvide que se necesitan sacrificios para obtener cosas materiales? — inquirió mi amiga y asentí con la cabeza.

—Por millonario que sea ese árabe no crea que sea mala persona… o que no tenga principios morales.

—Farid es un buen hombre… después de todo eso al menos tengo que admitirlo. Farid es una persona excepcional. Realmente en un tiempo fue quien me hizo cambiar, él fue quien me mostró un camino a seguir, cuando todos me creían una causa perdida.

—¿Entonces a que es a lo que le tienes tanto miedo Camil? Si es un hombre excepcional… si estuvo a la altura de las expectativas de la niña…¿Qué más quieres de él? ¿A que le temes tanto? ¿a que te vuelvas a enamorar de él? ¿O a que todavía sigas enamorada de él? ¿Es eso?

—¡Marta! — regañe a mi amiga. Ni siquiera podía permitirme pensar en aquello. Tenía que haber otra forma de que Farid se acercara Emira sin que yo me enamorara, porque si, Marta tenía razón. Yo habia adorado tanto a a ese hombre, tanto como para pasarme años sin que nadie más me tocara.

Ahora a su regreso estaba en claro peligro de enamorarme del padre de mi hija aún con más fuerza, que lo que había sentido en el pasado.

Aquel inconveniente que representaba la traición a mi hermano no existía, Farid le habia contado la verdad, le había dicho a mi hermano mayor, a la única figura paterna que yo misma había conocido, que estaba enamorado de su hermana pequeña.

Aunque Farid me hubiera dejado claro que no había un «nosotros», había enfrentado a Liam por mi y por Emira. Liam no significaba poca cosa para él, era su primo, su hermano, y la única familia que poseía, junto con el señor Amil.

Así que si, Marta tenía razón en algo, en una verdad tan Grande como el monte Everest, Farid era una realidad latiendo cada vez con más fuerza en mi cerebro, y yo no tendría defensas suficientes para no caer rendida a sus pies.