36 “Villana a La Vista”
CAMIL DE LA FUENTE
—¿Mamá? —repito otra vez, al no llegar escuchar completamente aquella voz tan tristemente conocida al otro lado de la línea. —¿Estas bien? ¿Por qué estas llorando? —pregunté sin poder evitar el preocuparme.
Hace mas de cinco años que no hablo con mi madre, y todo después que me grito que me olvidara de ella, que ella se olvidaría de que se tomo la molestia de traerme al mundo para que fuera una total malagradecida.
Aquellas palabras aún lastiman y laceran como si las hubiese acabado de soltar, por eso estoy totalmente en shock d e escuchar su voz…
Eso sin contar que también se metió con lo más preciado para mi: Emira.
Mara De la Fuente se negó a conocer a su nieta como suya, por culpa de mi niña según ella yo había tirado mis sueños a la basura.
«Sus sueños y no los míos fueron los que se fueron por el desagüe».
Yo no deseaba ser modelo, ni seguir con la vida vacía que estaba llevando; pero eso solo lo descubrí una vez que tuve el corazón roto, y una enorme luz dentro de mi. Emira medio la fuerza para cambiar mi vida, a pesar de las malas noche... a pesar del dolor, logré salir adelante a pesar de mi madre... a pesar de Farid. Él no era culpable de nada, pero me era imposible no tenerle ciertas reservas.
—¿Estas bien Mamá?— insisto al no escuchar que vuelva a hablar, y conociendo a mi madre no es de las que se guarden las cosas que sienten y mucho menos de las que permitan que las lágrimas arruinen su botox… porque si algo resguarda celosamente mi madre, pues es su edad.
—No, no lo estoy Camil. No estoy bien en absoluto— responde ella y trato de alejarme unos pasos de Farid y de mi hija. No quiero que Emira se ponga tensa o incomodar a Garid, a fin de cuentas es su día de celebración.
Farid por supuesto percibió la tensión en mi rostro y me dio aún más espacio llevándose la niña al interior del comedor. Emira camino encantada con las reservas del hotel en las manos, y las entradas del parque temático de Disney World del estado de Orlando.
—Si me necesitas estaré a la distancia de que pronuncies mi nombre— espetó con rostro preocupado conduciendo a la niña adentro. Él conocía mi rostro, así que no le quedaban dudas de que estaba realmente afectada.
—¿Estas con un hombre?— preguntó mi madre del otro lado de la línea, pues evidentemente escucho un poco la voz de Farid—¿Vives con un hombre Camil?— interrogó insistentemente ella, pero aún así no conteste y desvíe la pregunta al motivo real de su repentina llamada.
—¡Estoy segura que no llamaste para saber de mi vida privada! ¿Qué ocurre para que me llames llorando?… y no me molestare pensando que le ocurrió algo a mi hermano, porque tampoco tienes contacto con él. ¿Todo está bien contigo!
—No me hables así hija… A tu hermano no le hablo por las malas decisiones que él mismo tomó. Además…Me acaban decir que estoy gravemente enferma.
—¿Enferma? ¿Tú? ¿De qué mamá? ¡Por Dios!— pregunté muy sorprendida dejando caer mi cuerpo para recostarme en la pared… todo aquel asunto, incluso la llamada era una desagradable sorpresa...— ¿Qué tienes?— insistí suavemente con genuino temor por su bienestar.
—Tengo un tumor… los médicos dicen que es inoperable—informó al tiempo que comenzaba a sollozar otra vez.
—¡No llores si! ¿Dónde es el tumor?— la aborde consternada y ella se tardó varios segundos en responder.
—En el abdomen…— respondió enseguida y contuve la respiración. — Me dicen que no es prudente operar…
Mi primer pensamiento en ese instante fue en Dave…
Dave era una eminencia médica. Si alguien podía brindarme una segunda opinión sobre aquel término de “inoperable” ese era Dave Brown. Él estaría encantado de ayudarme, si tan solo mi madre estuviera en la ciudad.
—¿Mamá ?¿ Y buscaste una segunda opinión? ¿Fuiste a ver a otro doctor?
—No Camil, a penas me acabo de enterar. Hoy me dieron los resultados de los estudios… y pues, a ti es a la primera persona que estoy llamando. ¡Me voy a morir Camil!—chilló enternecida en llanto.
—Mamá, pero no tienes que resignarte a ese diagnóstico. Hagamos algo… ven a Atlanta… aquí podemos intentar revocar ese diagnóstico de “inoperable”. El jefe de cirugía de mi hospital es una eminencia… él seguro podrá hacer algo.
—Esta bien Camil… — pronunció rápidamente la compostura— ahora cuéntame de ese hombre con el que estás viviendo…
Solo guarde silencio otra vez, no estaba viviendo con ningún hombre, pero sin importar lo que yo dijera, ella seguiría pensando exactamente lo mismo.
—Solo espero que esta vez hayas escogido la mejor opción Camil… —agregó quejándose —tienes cierta tendencia al desastre.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: DOCTORA DE DÍA, MADRE SOLTERA DE NOCHE. SERIE LOVE MEMORY.