"Soy Real Habibi"
CAMIL DE LA FUENTE
Mi cordura se había vencido, se había marchado a paseo… eso, o el rostro sincero de Farid diciendo que me amaba fue suficiente para hacerme caer. Su boca era lava quemando sobre mis senos duros, erizados. La piel me cosquilleaba por las ansias que me tocara en cada sitio, que me acariciara, que me marcara a su antojo.
Un amante como él solo se o topa una sola vez en la vida, después tiene que conformarse con imitadores.
—¡Mírame Habiba! —exigió él con una mano en mi cuello obligándome a mirarlo y la otra sosteniendo mi espalda para evitar que me cayera. Su boca devoraba mi pecho, probando, mordiendo, lamiendo y haciendo remolinos sobre mi piel sensible. Sus ataques cada vez más candentes, mas constantes amenazan con enloquecerme de pasión y placer. —¡Mírame que no me lo creo!, no sé si estoy despierto o estoy soñando—insistió.
—Soy real habibi—respondí incorporándome para besarlo y morder con mas fuerza de lo habitual su labio inferior. Ese gesto lo incito aún más—¡Tan real como siempre!
Giramos en aquella cama, y yo quede bajo su cuerpo. Mis manos recorrieron su pecho hasta deslizarse hacia las caderas, hasta alcanzar los bordes de aquella remera y comenzar a levantar hasta sacarla por su cabeza. Él apoyado en sus antebrazos hizo un movimiento rápido para sacar la prenda y lanzarla lejos.
Su pecho desnudo sobre mi era una de las imagines más idílicas y románticas que tengo en mi cabeza. Miles de imágenes similares de aquella penumbra del cuarto que compartíamos en Riad regresan como la marea en mi cabeza, y recuerdo cuanto amaba a aquel hombre. No sé cómo soporte tanto tiempo sin esto.
Recorro con mis dedos aquel tatuaje sobre sus costillas, y el nuevo que luce sobre su pectoral. Es casi hipnótico perderme en su piel bronceada… en sus tatuajes.
—¡Es por ti!—responde con la voz ronca sin que le haya preguntado algo— ¡Me lo hice por ti!—asegura acercándose para besar mi ombligo y mi vientre— Una estrella de cinco puntas, por las cinco letras de tu nombre…—espeta e interrumpe la frase para besarme otra vez.
Muerdo mis labios para contener los gemidos y los gritos que sé me producirían sus avances si me dejara ir del todo, si le diera rienda suelta a la pasión.
Los besos se vuelven más húmedos y más deliciosamente peligrosos en cuestión de segundos, su boca recorre la cara interna de mis muslos. Su mano acaricia suavemente, pero en el punto justo sobre mis bragas de encaje, jugando con mi humedad y mojando la tela en movimientos circulares.
Me retuerzo de placer ante su toque experto y Farid no desiste en sus avances, sino que refuerza sus ataques a todos mis sentidos. Su mano en mi sexo ávido de él, deseoso de que me toque. Su otra mano sobre mi cuerpo arrasando con todo y su boca probando, marcando con sus dientes sobre mis pechos.
En un abrir y cerrar de ojos, su mano alcanzó el encaje de aquella braga y lo destrozo de un gesto brusco, que me hizo soltar un chillido por la sorpresa.
—¡Eres un demonio! — lo acuse mordiendo su piel hasta el punto de marcarla. —¡Tendrás que comprarme unas bragas nuevas!
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: DOCTORA DE DÍA, MADRE SOLTERA DE NOCHE. SERIE LOVE MEMORY.