44 "Coincidir en Fantasias"
FARID ARAY
El aterrizaje fue tranquilo, excepto por el terremoto de seis años que se movía inquieto en el interior de la cabina de aquel jet.
Camil sonreia aún con el semblante tomado por el sueño. Era lógico que debía estar demasiado agotada, pues según sus propias palabras su servicio de guardia había sido bastante complicado; según sus propias palabras.
Esta mañana antes de abordar había sido testigo de ese raro ritual entre mi hija y su madre, en el que Camil comentaba a detalle todos los procedimientos que había realizado; y la niña parecía grabar todo aquello. Mi hija sin duda sabía demasiado de medicina para solo tener seis años, y algo me decía que si por fin lograba mi propósito en la vida, dentro d e unos años sería divertido tener a dos doctoras hermosas en casa.
Ya yo tendría que asegurarme de traer al mundo a otro personaje emblemático que se encargará de seguir con los negocios de la familia y se interesará en los negocios del petróleo y la minería. Una chica seria perfecta para ese papel, aunque pensándolo mejor… un niño con el temple de Camil sería demasiado hermoso.
—¡Wow!, ¡esto es hermoso!— murmuro Emira encantada cuando vio la pista en Orlando. No entendí un carajo que le llamaba tanto la atención; pero a mi si me parecía hermosa mi familia y el estar allí de paseo por primera vez con las Dodys mujeres de mi vida.
—El día promete—anuncio Camil con diversion— si no hemos llegado a los parques temáticos ni mucho menos al Hotel y ya estás con la boca abierta y corriendo como posesa es que nuestro viaje familiar será un éxito.
Emira se detuvo y miró a su madre y luego a mi, y su rostro se iluminó con una sonrisa verdaderamente cautivante.
—¡Será el mejor paseo de todos! ¡Porque están mis papis junto mi! Y cómo ya no tengo solo una mamá… y tengo un papá arabe como Aladino, pues se encargará de condeder deseos como la lámpara maravillosa.
Absolutamente enamorado de esa chiquilla, me acerque a ella y la tome en mis brazos levantándola del piso.
—Será el mejor paseo porque tenemos a la mejor princesa de todo el reino; a la más inteligente y la más hermosa.
Un auto alquilado esperaba por nosotros, y rápidamente el personal encargado de él equipaje del aeródromo ubicó nuestras maletas para el fin de semana en la cajuela del coche.
Caminé en dirección al coche siguiendo a Camil, y con Emira en brazos.
Acomodé a la niña en el asiento trasero, y me dispuse a abrir la puerta del copiloto para Camil.
—¡Princesa Jazmín!—musité haciendo un floreo gracioso a modo de reverencia.
—¡Aladino¡—respondió ella aceptando mi mano para acomodarse en el asiento delantero del coche. Nuestra única espectadora estaba encantada con una sonrisa gigante en el rostro y las mejillas encendidas.
Partimos al hotel, el Animal Kingdom Lodge hotel,
que estaba a unos diez minutos de aquel aeródromo y que además de ser de lujo, era uno de los hoteles más cercanos a los grandes parques temáticos . Llegamos y tan pronto el auto se detuvo una comitiva de recepción y el servicio de mayordomía se acercaron a recibirnos.
No era tan extraño, a pesar de haber reservado como un cliente cualquiera, los Aray eran dueños de una de las mayores compañías hoteleras del país; así que se esforzarían para darle la mejor cara a la «competencia».
No éramos mucho en la familia, y nuestra imagen era ampliamente disfundida por los medios de prensa, así que no era nada extraño aquel recibimiento.
Tampoco es que fuéramos tantos, solo los cuatro: mi tío Amiel, Liam, Atenea y yo manejábamos empresas tan diversas y eficientes que éramos reconocidos donde nos metiéramos.
Liam con la firma de abogados, Atenea con las compañías hoteleras, la bolsa y las inversiones, y yo como los temas relacionados con la minería y el petróleo; creábamos un franco infranqueable.
Camil se espantó un poco al ver aquel ceremonioso recibimiento, pero si alguien había estado adaptada a manejar la fama esa había sido ella.
Ayudé a Emira a bajar del coche y Camil la tomo de la mano con ternura. Acomodó sus lentes de sol y camino empoderada y segura de sí misma como una diosa en la tierra.
Yo caminé a su lado… y si.. me faltaba algo, «los putos lentes de sol» para parecer la familia perfecta.
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: DOCTORA DE DÍA, MADRE SOLTERA DE NOCHE. SERIE LOVE MEMORY.