ODIO Y DINERO
CAMIL ARAY
—¡Pero Liam!— protesté y Atenea hizo lo mismo.
—¡No puedo, no puedo hacerlo!¡ No cuando lo que quiero hacer es ir yo mismo y matar a golpes al tipo, y retorcerle el cuello a la arpia que nos trajo al mundo!. ¿Cómo se le ocurrió hacer algo así?
—Odia a Farid con todo el poder de su oscuro y negro corazón— respondí, también tratando de buscar una explicación para tanta mala fe en la forma de actuar de esa loca peligrosa y desatada.
—Siempre lo odio… ¡Lo odio desde que nació! ¡Pero eso no le da derecho a actuar así contra ti!
—¡Vuestra Madre no tiene corazón— musito Atenea pensativa. Ella también había sufrido en carne propia el desprecio y el odio injustificado de Mara, no al nivel de Farid, pero si lo suficiente como para conocerla bien.
—¡Tomaré él caso Camil… que de eso no te quepa la menor duda! Aunque no sea yo quien pueda romperle la cara a ese tipo, al menos tendré la satisfacción de hacerte justicia. Para que le rompa la madre a ese poco hombre, yo mismo llamaré a Farid.
—Farid está tan enojado— alegó Atenea que era la parte pensante de la conversación, pues Liam y yo éramos pura ira.
—¡Dejemos a Farid fuera de esto!— solté y mi hermano me interrumpió pensando que eso no era una buena idea.
—¡Camil!— expresó Liam en tono de advertencia.
—Al menos hasta que este asunto se resuelva— dije tratando de hacer las cosas más fáciles para mi. Lo menos que necesitaba era tener que enfrentar a Farid por haber confiado en Mara. Solo quería recuperar a Emira lo antes posible, y después que todo se solucionar, si aún quedaba algo que salvar entre el arabillo y yo… pues entonces se vería.
—¿Tenemos pruebas?— preguntó mi cuñada, y asentí rápidamente.
—Tengo varias— acoté deligentemente.
—¿Te hiciste examenes de sangre?— preguntó mi abogado y asentí con la cabeza buscando en mi bolsa los documentos.
—Entonces, contamos con exámenes toxicológicos y con la prueba de embarazo.
—Así es— respondi, aún buscando en el interior de mi cartera. —También tengo las grabaciones de las camas de seguridad de la casa.
—Sabes que esta prueba la puede desestimar un juez si no son contundentes— me advirtió mi hermano.
—Son contundentes… o al menos todo lo contundente que pueden ser— aseguré algo nerviosa.
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: DOCTORA DE DÍA, MADRE SOLTERA DE NOCHE. SERIE LOVE MEMORY.