RUMBO ORIENTE
CAMIL DE LA FUENTE
—¿Qué? ¿Casarlo con quién? —pregunte gritando casi histérica. Desde hacia dos días mi vida estaba condenada al caos irremediablemente. Cómo es que para colmo él hombre que pensé que se casaría conmigo terminó teniendo otra novia disponible.
—A Farid también lo tomó por sorpresa. ¡Lo hubieras visto! — me aseguró mi hermano como si eso sacara la espina de mi garganta. Me costaba tragar por el mal sabor que esa noticia había dejado en mi boca—. Él se puso verde de ira cuando se enteró.
—¿No lo sabía verdad? ¿Por qué si ese bruto sabía? — pregunté indignada, sin dar crédito a que él supiera y que no hubiera sido capaz de hablar conmigo al respecto.
—Se entero recién, por eso viajo de improviso a Los Ángeles, para que fuera Amiel Aray en persona quien lo pusiera al corriente. Casi se desmaya de la impotencia, enloqueció y salió corrió a contarte; claro que al llegar a Los Ángeles se encontró con el desmadre que hizo Mara en tu casa— farfulló Atenea con semblante preocupado.
—¡Vaya! Eso explica por qué salió corriendo— alegué molesta. A ese idiota de Farid no le molestaba perderme, pues tenía otra mujer esperando por él, seguro recatada y sumisa. Una esposa arabe lista para cumplir cada deseo y lamerle los pies como desayuno—. Por eso no espero una put@ explicación. Ya tenía remplazo para mi…
—No Camil…, él no espero una confirmación porque salió disparado de ese cuarto, evitando que Emira te viera desnuda con otro hombre— explicó Atenea mirándome con pesar—. Lo siento Cami, pero por idiota que creas que hayas sido Farid, para él verte allí con ese hombre fue un golpe letal, él reconoció a ese hombre desde que lo miró… sabía que tenías algo con el médico antes de él regresar a tu vida, así que obviamente cuando vio esa escena pensó lo obvio. La estocada final llegó unos minutos más tarde, después que bajo ciego de dolor y ira tratando de proteger a su hija, pues encontrarse con la tiñosa carroñera de Mara, fue la gota que rebasó el mal tiempo, no puedes culparlo por hacer una tormenta en un vaso de agua.
—Mara tiene la capacidad de sacar lo peor de nosotros…— dije intentando ponerme también en el lugar de Farid por primera vez desde qué pasó todo esto.
—Llamaré al piloto. Mi amigo del FBI estará aquí enseguida— informó mi hermano— Después que tengamos esa denuncia asentada, podrás irte a impedir esa boda.
—¿Crees que Farid admita esa idea de casarse por imposición?— dudó Atenea mirando a Liam por la boca abierta.
—Con lo enojado que estaba… Nunca lo había visto así— expresó Liam— Él podría hacer lo que fuera en ese estado mental tan turbio.
El amigo de mi hermano del Buro Federal de Investigaciones llegó, y rápidamente tomó la denuncia. Los cargos fueron tantos que no creí que Liam fuera tan detallista y meticuloso para recapitular y enumerar casos que ni siquiera yo había pensado. Acoso, ataque y agresión, lesiones personales y psicológicas, posesión ilegal, uso indebido de estupefacientes y sustancia psicotropicas; Allanamiento de morada, abuso de confianza, intento de violacion, violacion de intimidad, intento de secuestro, secuestro, e intento de asesinato… y todo esto con alevosía y premeditación.
Me despedí de mi hermano, y subí despacio las escalinatas del avión. Me latía el corazón de una forma tan alterada que temia que fuera una taquicardia por efecto secundario de la droga… pero no. Era miedo puro y duro por lo que me esperaba.
Prácticamente con el corazón en la mano abordé con las lágrimas, mojando otra vez mis mejillas. Estaba emocional, las hormonas y el estrés me tenían los nervios destrozados.
Enfrentarme a Farid nunca había sido sencillo, al contrario. Por molesta que estuviera, sabía que él era capaz de dominarme en cualquier discusión.
Tenía que ser bastante consecuente con lo que estaba sintiendo… tenía que mantenerme fuerte, pues tampoco rogaría por un perdón por algo que no había hecho.
Los sentimientos encontrados me abrumaban, y me mantuvieron despierta por horas. El sueño me venció y desperté cuando sentí las ruedas del tren de aterrizaje rodando por la pista.
Estaba de vuelta en Arabia. La tierra que me había hecho enamorarme del padre de mis hijos. Ahora estaba de vuelta en una situación distinta… queriendo saber si seguiría enamorada de un hombre que me creía una adúltera, y una infiel.

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Los comentarios de los lectores sobre la novela: DOCTORA DE DÍA, MADRE SOLTERA DE NOCHE. SERIE LOVE MEMORY.