DOCTORA DE DÍA, MADRE SOLTERA DE NOCHE. SERIE LOVE MEMORY. romance Capítulo 93

LO SIENTO HABIBA!

FARID ARAY

La abrazo aún más fuerte, como si así pudiera hacerla cambiar de opinión.

No se aparta, sino que no se mueve, demasiado rígida, apacible e impávida como si estuviera por encima del bien y el mal, y en el fondo creo que así es. Una reina absoluta de pies a cabeza.

Con sumo cuidado busca mis brazos que la apresaban a mi pecho y retiró mis manos de alrededor de su grácil cuerpo, no necesitaba mi abrazo ahora, no después de haber sufrido tanto sola y entendí a la perfección su mensaje.

Levanté la vista sometiéndome a su escarmiento, el que fuera que quisiera darme y nuestros ojos se encontraron.

—El que vengas ahora… solo porque sabes que estoy embarazada… no cambia los hechos Farid— recriminó… pero lo hizo sin mostrar dolor, como si ya el pasado reciente no pudiera afectarla. Anteriormente habíamos hablado, y ella era una furia… más ahira ese fuego intenso había cedido lugar a una helada ventisca; ahora cuánto hubiera preferido que gritara, que me golpeara incluso, pues yo haría lo que fuera por contenerla; pero esa capa de frialdad que esparció a su alrededor solo lograba dejarme un mal sabor de boca.

—¡Lo siento! Habiaba… Lo siento tanto que no puedes imaginar lo que estoy sintiendo ahora mismo.

—Nada es comparable a cómo me sentí yo… ultrajada, y además abandonada— se defendió sin demostrar demasiadas emociones — ¡Tú me juraste amor… y este resultó ser demasiado efímero! .

—Te amo Camil… te amo tanto… que por eso la idea de que fueras capaz de traicionarme destruyo mi confianza… hacia mi… no la que tenía hacía ti. No te pedí tiempo por qué no fuera capaz de creerte, o porque necesitara evidencia, lo hice, porque lo que surcaba de mi estaba destruido, no lo que sentía por ti .

—¿Besaste a esa mujer Farid?— preguntó de la nada y supe que si me atrevía a bromear ahora mismo, Camil me castraria… y cirujana era para hacerlo limpiamente y sin que le temblaran las manos. «Nunca había tenido ese dato en cuanta cuando decidí casarme con una cirujana». —¿Te gusta?

—¡Ni por un instante se me ocurrió pensar en hacer algo así!— alegue rápidamente en mi defensa—¡Y no! No me gusta!

—¿La besaste sin pensar?— insistió ella y otra vez nesgue.

—No le toque ni un cabello a esa mujer, Camil— espeté casi con furia— No la besé, no pienso besarla, y no la besaré nunca—aseguré con vehemencia.

—Bueno, al menos no fuiste tan tonto como creí— dijo enojada.

—¿Me perdonarás entonces?— pregunté poniendo mi cara más noble, esa que lograba que mis argumentos fueran más creíbles.

—No—dijo con toda la seguridad del mundo—. Solo estoy procesando que tan larga será tu condena.

—No puedes estar hablando en serio Camil— objeté y ella me dio una sonrisa triste. Era preciso que escogiera bien mis próximas palabras, pues ella estaba en un estado mental, en el que no estaba seguro si era delicada como una copa, o como un reactor nuclear, que al menor paso en falso explota— Se que te pedí tiempo… pero

—Ahira tendrass todo ese tiempo que necesitas. Mas el tiempo que se va no vuelve Farid… y a estas alturas de mi vida, creo que yo tampoco… pero eso ya te lo dije una vez, ¿no es así?

Su expresión fría me congelo hasta los cimientos del corazón. No estaba dispuesto o a perderla… nunca había estado preparado para dejarla ir. Era un hipócrita… uno al que en el fondo demostraba un orgullo que era falso, porque en un punto llegue a pensar que no importaba ser un cornudo con tal de que se quedara conmigo. Así de enamorado estaba… así de fuerte me pegaba ese amor profundo, mitad doloroso

Emira entró en el salón en búsqueda de su madre, y quede allí como si la tierra fuera capaz de abrirse para engullirme solo a mi. También Liam llegó a verme, y me miró de pie desde el extremo opuesto de la habitación, a recostado sobre un costado de su cuerpo, y con los pies graciosamente cruzados.

—Pensaba romperte la cara por arrogante e imbecil, pero creo que mi hermana ya te rompió hasta el último huesito de ese cuerpucho— espetó con sorna.

—¡Vete al Diablo Liam!— maldije con fuerza.

—Tu tranquilo, hombre. Que me iré en cuanto termine lo que vine a hacer en esta ciudad…

—¿Y eso es?— pregunté enarcando una ceja… y no se por qué presentía que responder a esa pregunta era uno de esos juegos en los que ya había salido de perdedor de antemano.

CAPÍTULO 93 1

CAPÍTULO 93 2

CAPÍTULO 93 3

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: DOCTORA DE DÍA, MADRE SOLTERA DE NOCHE. SERIE LOVE MEMORY.