DOCTORA DE DÍA, MADRE SOLTERA DE NOCHE. SERIE LOVE MEMORY. romance Capítulo 94

NO TE PARECE EXTRAÑO

FARID ARAY

Cada documento que leía me inquietaba más. Las pruebas toxicológicas, los exámenes ginecológicos, la prueba de embarazo.

Era increíble lo bajo que puede caer el ser humano para salirse con la suya, y para estas alturas… yo no deseaba justicia, sino venganza. No había nada que deseara más que romperle la madre al cucaracho de Dave Brown y escupirle la cara a Mara De La Fuente en prision.

Liam degusto un café mientras yo repasaba cada una de las pruebas del primer folder, y cuando termine con la cara roja del enojo, él entonces me habló.

—Camil y Emira viajarán conmigo. Mañana después del mediodía… supongo— anuncio, aunque aún tenía sus dudas evidentes acerca que su hermana se fuera—. Aún tengo que radicar los documentos de la adopción en el registro civil de aquí. Desde que supe que todo lo que había ocurrido con Camil , me apoye en algunos contactos para que viabilizara todo el proceso en Estados Unidos, y por suerte dio tiempo a tenerlo listo todo.

—¿Por fin llevaremos a cabo la adopción de Camil? — pregunté asombrado.

—Si… Supongo que a pesar de todo aún quieres casarte con ella— alegó Liam alzándose de hombros y plantando la tasa de café americano sobre el escritorio—. Y no se me hace Justo que perdamos parte de lo que nos corresponde por ceder ante el amor… o por el capricho de un viejo loco y una hija que no puede conseguirse un marido por sí misma. .

—Claro que me casaré con Camil— admito con decisión—. Puede estar molesta, enojada, mamada de mi… pero no la dejaré marcharse así como si nada.

—No sabía, además está el hecho, que mi pobre hermana quiere deshacerse del apellido “De La Fuente”. No quiere ningún lazo que le recuerde la existencia de Mara.

—No es para menos, Liam. Odie esa vieja desde que era un niño. Su maldad hacia mi nunca tuvo límites, pero siempre imaginé que nunca atentaría contra sus hijos— medite en voz alta confundido realmente de tanto odio, y tanta maldad junta en una sola persona.

—Te diría que mi madre está enferma… pero a estas alturas no lo creo. A la verdad estoy pensando que todo el asunto de su tumor no fue más que un plan para acercarse a Camil, o a mi. Bien sabes que te conté que estaba sin un dólar, por si mala administración. Y de los nervios… poco creo que este enferma, más bien… solo es así, mala.

—¿Mala? ¡Ja!—dije con sorna— Malo es un dolor de cabeza, y lo curas con una pastilla… Mara es el peor cancer que conocí en mi vida, es como una plaga de gusanos asesinos.

—Ya entendí tu punto… No busques más explicaciones gráfica— pidió Liam.

—¿Crees que los Kaya tomen represalias cuando sepan que Amiel Aray tenga una hija… que supuestamente es mi prima, y con la cual pienso casarme?— la pregunta era casi un debe ser, era obvio que esa gente se enojaría y mucho.

—Bueno, todo es perfectamente legal— musito Liam poniéndose de pie— ¡De eso me encargo yo! Ahora si me permites regresare con mi hermana para preguntarle si necesita que te rompa la madre, o prefiere que te deje vagar libre por el mundo.

—Si le preguntas a Camil… creo que te pediría que me entregues a manos de Mara para que me torturara hasta el final de mis días— exprese con voz pesarosa.

Sobre las seis de la tarde, llegaron las visitas más desagradables, sur aún no me acostumbraba a recibir.

Esta vez fue Liam quien se sorprendió con la soltura, pero sobre todo la belleza de Yamila Kaya… al punto de no quitarle los ojos encima.

—Nunca te había visto mirar así a una mujer que no fuera Atenea– lo interpele también sorprendido por su reacción, y Yamila sabiéndose observada no desaprovechó su momento.

—¿Tu no le ves algo familiar?— preguntó mi primo azorado— No es que me guste como mujer… es qué hay algo en ella que me parece extrañamente conocido… como si ya la conociera— afirmó algo desconcertado.

—A mi sencillamente se me parece a Camil—musité dándome un trago de whisky y mirando de mi posición la escalera para cerciorarme de que por fin Camil se decidiera a bajar— Pero a mi todas las mujeres se me parecen a Camil… así que a mi no me hagas caso.

—Pero… si… creo que si es eso. Se me parece demasiado a Camil. ¿No te parece extraño? — interrogó mi primo azorado.

—¿Qué ella sea una copia barata de Camil?— inqueri dándole otro trago largo al whisky— No, en absoluto. Es una rebelde, malcriada, e incorregible… pero eso no la convierte en mi “Peligro”— expliqué sin mirar a Yamila, o al señor Kaya, a pesar de estar sentados Justo al frente tomando un cóctel.

Mi vista seguía fija en el segundo piso, y en la escalera, no en lo que estaba aconteciendo frente a mi.