Dominio Absoluto romance Capítulo 17

"Papá", Jasmine salió de la habitación, y Alfred corrió apresuradamente a su lado. "Minnie, aún estás débil, descansa primero."

"Está bien, Padre", sonrió Jasmine. "Nunca me había sentido tan enérgica como ahora."

"Minnie", Alfred se sintió verdaderamente alegre. "Ven, dale las gracias a tu doctor."

Jasmine dio un paso adelante, sonrojándose tímidamente. "Gracias por curarme."

"De nada."

Albert sacó dos juegos de llaves y respetuosamente se las entregó a Alex.

Una era la llave de la edición limitada del nuevo deportivo Bugatti La Voiture Noire, que valía $20 millones.

El otro juego era la llave de la mansión, que valía $500 millones.

Alex las había rechazado una vez, pero ahora Albert pensó que era el momento adecuado para insistir en dárselas.

"Este es un pequeño gesto de agradecimiento. Sé que no es mucho para usted, pero por favor acéptelo. Espero que sea de su agrado."

Jessica y Charles se quedaron una vez más atónitos por la escena.

La cantidad estaba muy por encima de los honorarios usuales de consulta.

Y Albert estaba mostrando un nivel excesivo de respeto hacia Alex.

Era casi como un sirviente tratando de complacer a su maestro.

Esto solo los hizo sentir más irrealidad y ansiedad.

"Está bien, si insistes."

Alex no rechazó los regalos esta vez.

Un auto extra no era gran cosa.

Y la casa le podría servir como respaldo.

Albert se sintió aliviado.

Como para evitar cualquier duda por parte de Alex, Alfred rápidamente cambió de tema.

"Minnie, ¿no tienes algo que decirle al Sr. Alex?"

"Sí", le dijo Jasmine, entregándole a Alex tres invitaciones de color dorado.

"Sr. Alex, mañana por la noche, estoy organizando un banquete benéfico para recaudar fondos para huérfanos locales y celebrar mi recuperación."

Alex miró las invitaciones.

No estaba interesado en participar.

Pero justo cuando estaba por declinar, Jasmine continuó.

"Anteriormente, mi padre tuvo que cancelar un banquete que se suponía seleccionaría empresas para unirse a Kingston Enterprise. Usaré este banquete para ayudar a mi padre a tomar esa decisión también. Me sentiría honrada si pudiera asistir."

Alex recordó cómo Sofía había deseado desesperadamente que su negocio familiar fuera parte del Grupo Kingston.

Darle una de estas invitaciones a ella y su familia podría ayudarlos a asegurar un lugar.

"Si tengo tiempo, asistiré", le respondió Alex.

El rostro de Jasmine se iluminó de alegría. "¡Muchas gracias!"

Justo cuando Alex se disponía a irse, el Dr. Jenkin se apresuró y cayó de rodillas frente a él, sorprendiendo a todos.

"Sr. Alex", le dijo el Dr. Jenkin, con su voz llena de remordimiento.

"Es muy amable de su parte, Señor", le dijo el Dr. Jenkin, inclinándose profundamente de nuevo, "cuando tenga tiempo, ¿podría visitarlo?"

Sabiendo que el Dr. Jenkin persistiría si seguía negándose, Alex le respondió con impaciencia, "Como quieras."

Su tono de voz era ambiguo, ni aceptó ni rechazó su petición.

"¡Muchas gracias!", le exclamó el Dr. Jenkin, inclinándose repetidamente, su emoción casi infantil.

Charles quedó en estado de shock.

"Sr. Alex, ¿puedo invitarlo a cenar?", le ofreció Alfred.

Sabía que no iba a aceptar, pero no pudo evitar preguntarle ansiosamente.

"La próxima vez."

Y como había esperado, Alex declinó de inmediato.

"¿Entonces puedo llevarlo a su mansión?", le ofreció Alfred, ansioso por hacer algo por Alex.

"Llévame primero a la mejor joyería local."

Esta vez, Alex se lo solicitó después de pensar por un instante.

"Conozco la mejor joyería de Vancouver. Por aquí por favor."

Alfred le respondió, guiando a Alex hacia la limusina más lujosa disponible.

Rápidamente instruyó al conductor que se dirigiera a Elegance & Co., la joyería más reconocida de la ciudad.

Mientras tanto, Sofía, Lyra y Chris acababan de salir del club y caminaban hacia el estacionamiento cerca de la calle principal.