Amaris echó a Dave a un lado y lo miró con el semblante serio.
'Pensé que no querías explorar esa faceta de ella...'.
Dave suspiró.
'Amaris, no estoy diciendo que aprobaré una marca espuria... pero creo que podría valer la pena hablar con ella y ver lo que puede saber. Además, si no puede ayudar, tal vez conozca a alguien que pueda'.
Amaris, afligida, asintió.
'Está bien. Puedo enviarle un mensaje para saber cuándo va a estar disponible', dijo mientras sacaba el teléfono.
'Entretanto, Amaris, debemos guardar silencio sobre esto. Al menos hasta que tengamos más información', le dijo Dave con tacto, observando su reacción.
Le respondió frunciendo el ceño.
Estuvo callada durante mucho tiempo, y suspiró profundamente.
'Bien. Todavía no las voy a matar en su lecho. Esperaré para ver qué podemos averiguar. Sé que tienes razón, Dave. Lo que pasa es que... me han quitado mucho. Y quiero justicia para mi madre'.
Dave asintió de un modo misterioso.
'No te preocupes, Mi Luna. Tendrás tu justicia y, cuando la tengas, estaré a tu lado'.
Dave y Amaris habían estado de acuerdo en que la cena podría no ser una buena opción esa noche para ninguno de los dos, a raíz de las recientes revelaciones.
Ben los llevó a casa. Se sentaron en silencio en la parte trasera del auto.
Dave la abrazó de manera protectora, y Amaris recostó la cabeza sobre su pecho.
Ben conocía bien a su Alfa y era obvio que algo había pasado, pero también era evidente que ese no era un buen momento para hacer preguntas al respecto. Dave se lo diría a su debido tiempo y, como su beta, por muy desesperante que fuera, solo le quedaba esperar.
Cuando llegaron a casa, una pequeña representación del Consejo de Ancianos de la manada los recibió en el pasillo.
Dave arrugó el entrecejo al notar las miradas de desconfianza que lanzaban a Amaris, y la abrazó fuerte cuando iban llegando.
'Alfa. Hemos estado a tu espera'. Thomas, el líder del consejo, habló en voz baja mientras daba un paso adelante con las manos cruzadas a la vista de su interlocutor.
'Oh. No sabía que había faltado a una reunión'. Dave respondió con indiferencia.
Parecía tranquilo por fuera, pero su lobo estaba inquieto y, sin duda, el comportamiento de los ancianos estaba siendo impropio. Sus sonrisas podían ser amistosas en apariencia, pero se veía que el ambiente estaba enrarecido.
Había una tensión que no lograba descifrar por completo, y Ben, que también la había captado, se puso al lado de Amaris, por el otro lado, para protegerla.
'Oh, no hubo reunión, Alfa, pero nos gustaría hablar contigo sobre algunas cosas que nos preocupan'. Thomas volvió a sonreír, pero había un destello de malicia en sus ojos.
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