El Amor Eterno romance Capítulo 1930

La pelea se desató cerca de la entrada de la villa de la familia Yach. No había un lago artificial alrededor, pero había un río al frente.

Tom sabía muy bien que su joven Señorita arrojó al gordo al lago ayer, por lo que agarró a Miles y lo arrojó al río de enfrente. Miles no sabía nadar y estuvo luchando por su vida en el río.

Al ver a Miles ahogándose, Dahlia saltó rápidamente al río para salvar a su hermano.

La otra mujer que se burló de Cedar por ser fea abrió los ojos horrorizada. Ella no podía creer que Isabelle fuera tan audaz, y le advirtió: “¡Estás acabada!”.

Lydia dijo que Isabelle estaba acabada. Ella tenía una confianza ciega en sí misma. ¡¿Por qué no podían entender que siempre había alguien más fuerte justo a la vuelta de la esquina?!

Isabelle tenía su equipo de guardaespaldas que la seguían a todas partes. Esa fue la razón principal por la que Isabelle se atrevía a causar problemas y enfrentarse a los demás. Además, aprendió a pelear con su querido padre y con Lucas desde que era joven.

Ella tenía la confianza para causar problemas y tomar represalias. Aunque no era particularmente buena peleando, sus habilidades eran más que suficientes para tratar con los niños de otras familias ricas.

Isabelle se enfadaba más cuanto más pensaba en ello. Después de todo, esa mujer criticó a su querido Hermano Mayor. Él fue su primer y único hombre. Ella nunca podría aceptar esa humillación.

Isabelle caminó hacia la mujer y levantó la mano para darle una fuerte bofetada, y también le dio una fuerte palmada en la espalda a la mujer.

Lydia se tambaleó después de que Isabelle la abofeteara. Se dio la vuelta y miró a Isabelle sorprendida.

“¡Estás loca! ¡¿Cómo pudiste abofetearme?! Empujaste al Hermano Miles al río. ¡Mi mamá te hará pedazos!”.

Isabelle le preguntó con una sonrisa diabólica: “Entonces, ¿dijiste que Cedar es feo?”.

“Él es feo…”.

Lydia Yach no era una completa tonta. Más o menos entendía por qué Isabelle la había atacado. Aun así, estaba acostumbrada a pisotear a otros desde que era una niña. No había manera de que pudiera dejar que otros la intimidaran a ella.

Ella insistió obstinadamente: “Estoy diciendo que Cedar es feo, no tú”.

“Cedar es muy guapo. ¿Por qué dices que es feo?”, preguntó Isabelle.

Isabelle no pudo pasar por alto el comentario de Lydia.

Mientras tanto, Dahlia nadaba hacia Miles en el río. Cuando Miles vio a Dahlia, inmediatamente se aferró a su cuerpo. Tal vez ese era su instinto de supervivencia, pero jaló a Dahlia con tanta fuerza que ella no podía moverse en absoluto.