El Amor Eterno romance Capítulo 196

Las ventanas de la habitación estaban abiertas de par en par; la gran mansión se sentía tan espaciosa y solitaria con la brisa nocturna. En ese momento, se oyó el tono frío de Zachary: "Descansa pronto".

Mientras colocaba mis largos dedos en el cristal de la ventana y fijaba mi mirada en la ajetreada calle de abajo, se podía ver la prosperidad de la ciudad. Le dije firmemente: “Zachary, te quiero ver”.

Él permaneció en silencio al otro lado mientras yo repetía de manera obstinada, "Zachary, dije que te quiero ver".

Zachary respondió con un tono calmado, "Está bien, enviaré a Joshua para que te recoja".

Zachary finalmente cedió. No mucho después de que él colgó la llamada, Joshua me llamó y dijo ‘Bel’ en voz alta en un tono encantado, "Mi querida, segundo hermano me pidió que te llevara con él".

Pregunté de forma ansiosa, "¿A la casa de los Schick?".

Joshua respondió, "Qué tonterías, claro que a la casa de los Schick".

Me sentí inquieta mientras preguntaba, "¿No habías dicho que Zachary saldría de la casa de los Schick para verme?".

"Bueno, supongo que las circunstancias han cambiado, pero todo está bien. Con tal de que segundo hermano esté dispuesto a vernos, ¡eso significa buenas noticias! ¡No, solamente vas tú; yo solo estoy en cargo de llevarte a la entrada de la casa de los Schick!".

Yo quería decir algo, pero Joshua dijo, "Voy a colgar e iré a recogerte".

Joshua colgó rápidamente, temiendo que yo me podría arrepentir de lo que hice. Yo había dejado escapar un suspiro y me puse una camiseta blanca, un overol de mezclilla con un par de cómodos zapatos deportivos blancos.

En esa noche había bebido demasiado, mi estómago aún no se sentía bien y mi cuerpo todavía tenía olor a alcohol. Me rocié un elegante perfume en mí misma y me até el cabello en una cabeza de ‘nezha’.

No me apliqué ningún maquillaje, ya que nunca tuve la intención de decorarme cuando me encontraba con Zachary. Sin embargo, me había puesto un lápiz labial rojo porque mis labios estaban pálidos. Luego, bajé las escaleras para esperar a que llegara Joshua.

No era ni temprano ni tarde a esa hora, y probablemente habría sido medianoche en el momento en que llegamos a la casa de los Schick.

Después de bastante tiempo, Joshua aún no había llegado. Yo estaba pateando algunas piedras mientras esperaba a Joshua. Incluso el alcohol en mi cuerpo casi se había desvanecido, excepto por el hecho de que yo estaba aún mareada con una sensación desagradable en mi estómago.

Joshua finalmente llegó después de una larga espera; él sonreía mientras me explicaba "Yo no estaba en la ciudad cuando segundo hermano me había enviado a buscarte. Vamos, te llevaré a donde él".