El Amor Eterno romance Capítulo 197

Zachary llegó al coche y abrió personalmente la puerta del coche. Mi cuerpo tembló de manera inconsciente mientras yo miraba a sus ojos indiferentes. Él frunció el ceño y me preguntó, "Bel, ¿sientes frío?".

Negué con la cabeza mientras Joshua me interrumpió, "Segundo hermano, te he ayudado a traer a tu amada Bel, no debes olvidar lo que he hecho por ti".

Joshua se estaba volviendo bueno hablando tonterías. Mi mente se reflejó en el momento en que él usó el sitio web oficial de los Schick para compartir el estado de Twitter de Shaw ‘Caroline mi querida’.

¡¡Espera!!

¿Por qué la palabra ‘mi querida’ me era conocida?

Ese día cuando estaba acostada en el macizo de flores de Campanillas Azules de Texas, alguien me llamó así también.

¿Podría haber sido Zachary?

¿Lo aprendió él de Joshua?

Zachary ignoró a Joshua. Tomó una gran camisa negra de la mano del hombre detrás de él y la colocó sobre mi cabeza.

Él lo hizo porque temía que me empapara con el agua de lluvia. Agarré la camisa grande con fuerza mientras bajaba del coche. De repente, Zachary estiró su mano y agarró mi cintura.

El brazo de Zachary había sido muy fuerte ya que me sentí sin aliento cuando sus brazos estaban alrededor de mi cintura. Sin embargo, yo pude obtener un indicio de su olor mientras estaba en su abrazo.

Yo no pretendí mantener una distancia de él, pero simplemente seguí su paso y entré a la casa de los Schick.

Había estado lloviendo con intensidad mientras Zachary me sostenía con fuerza sin dejarme opción alguna que simplemente mirar al suelo y seguir sus pasos mientras él caminaba. Después de caminar por unos 10 minutos, Zachary se detuvo de repente y escuché una voz elegante, "Zachary, ¿es esta tu amiga?".

¡Esta fue la primera persona que había visto que saludaba a Zachary por su nombre, abiertamente!

¡Al menos ella era la primera que yo había visto!

Yo, "...".

¿Cómo sabía ella eso cuando todo lo que yo había revelado eran mis ojos?

Zachary no le prestó atención a ella y siguió colocando su brazo alrededor de mi cintura y se fue de manera apresurada. Me volví a mirar a esa dama. Ella estaba parada debajo de un paraguas; sus ojos estaban clavados en nosotros. Cuando miré con atención, había un trance de tristeza en sus ojos.

Zachary me había soltado después de que entramos al pasillo. El hombre que sostenía el paraguas ya no nos seguía. Me quité la gran camisa que tenía en mí y la sostuve de mis brazos mientras yo le preguntaba con curiosidad, "¿Es esta la casa de los Schick?".

Yo sabía que había hecho una pregunta muy ridícula porque yo había recién visto la placa de la puerta que estaba escrita claramente ‘Los Schick’.

Pero simplemente no sabía qué decirle a Zachary. Era casi como si nunca hubiera hablado con él, así que no tuve más remedio que haberle preguntado algo estúpido. Afortunadamente, Zachary no estaba irritado, sino que respondió, "Sí".

Me apreté los labios, dudé un poco y pregunté, "¿Estás herido?".