El Amor Eterno romance Capítulo 273

Miré a Zachary. Él inclinó levemente la cabeza y miró hacia otro lado. No estaba segura de hacia dónde él miraba.

Seguí su mirada y vi que no había nada al otro lado. Parecía estar perdido en sus pensamientos.

¿Zachary se dio cuenta de que algo estaba mal?

Martti vio que yo no respondía. Él extendió la mano y le dio palmadas a Zachary en su hombro.

“Nos están esperando adentro”, él le recordó. Apaga el cigarrillo y regresemos. Deberíamos divertirnos un rato antes de irnos”.

“Tráela primero”, ordenó Zachary en voz baja.

Mi estado de ánimo cambió al escuchar sus palabras. Estaba insatisfecha con él. Ya estaba disgustada debido a que no había reconocido nuestra relación. Además de eso, me entregó fácilmente a un extraño.

Aparte de eso, según las palabras de Martti, probablemente había mucha gente dentro. Sobre todo, sus amigos del mismo grupo social. Yo no conocía a nadie del grupo. Zachary no solo no me acompañó, sino que me empujó a un nuevo entorno completamente sola.

Además, él se había referido a mí como Caroline.

Me quedé callada y bajé la mirada. Dejé de mirar a Zachary y seguí a Martti dentro de la habitación. Era un área grande y espaciosa, completa con una mesa de juego, una mesa de billar y una mesa de té. Incluso venía con un bar privado.

En el bar se exhibía una deslumbrante variedad de vinos caros y botellas de alcohol. Habían cerca de siete u ocho personas sentadas dentro, y todas se presentaban con un atuendo exquisito, especialmente las mujeres. Se veían modestas y delicadas, con su maquillaje detallado y su piel tersa.

Reconocí a una de las mujeres que estaban sentadas allí. Ella no era otra que Emmi Hull, la mujer que me enterró en la nieve en ese entonces.

No esperaba que Zachary siguiera en contacto con ella.

Al considerar eso, me sentí extremadamente incómoda.

Hoy, Emmi usaba un atuendo fresco y ajustado. Su ropa ajustada abrazaba su figura, realzando su cintura delgada y atractivo encanto.

Su rostro cambió inmediatamente cuando vio mi llegada.

“Martti, ¿por qué la trajiste aquí?”.

A Martti le gustaba el drama.

“¿Se conocen?, preguntó él.

Emmi no me dio la bienvenida. Además, siempre le había guardado rencor. La comisura de mis labios tembló antes de decir de forma sarcástica: “Lo siento, no conozco a esta dama. Solo conozco a gente amable y bonita”.

Martti entendió fácilmente que había tenido un encuentro desagradable con Emmi.