El Amor Eterno romance Capítulo 290

¿Cómo conocía el padre de Zachary a mi madre?

Lo miré confundida. Wale vio lo preocupada que yo estaba y rápidamente me explicó: "El amo la confundió con el Sr. Schick".

Me recuperé en un instante mientras miraba al viejo amo. Él no estaba en un estado mental estable.

Cuando quise levantarme, de repente me agarró los brazos con fuerza.

"Tu madre fue fuerte y amable, pero a lo largo de mi vida... ¡no fui capaz de darle todo mi amor!", él jadeó. “Niña, conocí a tu madre en Ciudad Wu. Esa ciudad lúgubre en la que frecuentemente llueve y nieva todo el año. No me gustó la ciudad, pero... me enamoré de esa ciudad por una persona”.

Solía ​​escuchar de los ancianos decir que hay algo de lucidez o felicidad cuando una persona se acerca a la muerte. Cuando una persona estaba a punto de morir, recordaba maravillosos recuerdos que alguna vez tuvo.

Sentí una repentina punzada de tristeza mientras miraba de cerca al viejo amo. Se le consideraba joven entre los ancianos, pero lamentablemente estaba gravemente enfermo.

Me agaché ante él obedientemente. Lo escuché recordar.

“Hija, yo amaba a tu madre, pero mis deberes con la familia Schick… no podía renunciar todo y seguirla… Al final, ella se fue. ¡Ella se alejó de mi mundo y nunca más se preocupó por mí!

“A veces me preguntaba por qué nací hombre en la familia Schick. Si tan solo no lo fuera. Si tan solo no tuviera esas malditas responsabilidades. ¡Si tan solo tuviera libertad, habría estado con ella toda mi vida!”.

“Naturalmente, te habría visto crecer con mis propios ojos. Te hubiese enseñado lo que son el amor y la integridad. Te vería formando tu familia y cuidando a tus hijos. Para entonces, definitivamente estaría rodeado de mis hijos y nietos y viviría una vida feliz para siempre".

El viejo amo se había sumergido en su propio mundo. Miré hacia Wale con una mirada lastimera.

Él asintió levemente y me consoló diciendo: “Señorita Shaw, el amo se ha guardado estas palabras en su corazón por años. Simplemente déjelo hablar todo lo que quiera ahora, ya que es posible que no tenga la oportunidad de hacerlo en el futuro...".

Wale interrumpió de manera abrupta. Ambos sabíamos que al viejo amo no le quedaba mucho tiempo.

El viejo amo soltó mis brazos de repente. Se quitó un anillo del dedo con su mano temblorosa. Me lo pasó y me exhortó: “Hija, toma esto. Guárdalo bien. Es muy importante".

No quería tomarlo, pero Wale insistió en que me lo quedara.

En el momento en que me quedé con el anillo, una voz fría se escuchó desde fuera de la habitación.

"Amo, ¿puedo entrar?".

Esa voz le pertenecía a la madre de Zachary. Me levanté y el viejo amo ordenó a Wale que me sacara.

Cuando caminé hacia la puerta, él habló lentamente.

“Debes recordar: eres la última en el linaje de la familia Schick. Un hijo de la familia Schick siempre será fuerte, valiente, seguro y orgulloso. Incluso si hay muchos contratiempos, uno todavía puede reír y mantener una actitud positiva. ¡De esa forma, nuestros hijos también serán lo mismo!”.