"Hola tía Debbie, ¿pero cómo? ¿Desde cuándo se casaron tú y el tío Carlos?", preguntó Megan con una mirada inocente en su rostro. La joven soltó a Carlos, se acercó a Debbie y sostuvo su brazo como si fueran viejas amigas, aunque esta era la primera vez que se veían, Debbie sonrió con torpeza, "Nos casamos hace tres años, pero él siempre estaba ocupado, por lo que no estuvimos juntos hasta hace poco".
"Oh, ya veo", respondió Megan, luego se dio la vuelta hacia Carlos y se quejó: "Tío todo esto es tu culpa, ustedes han estado casados por tres años, entonces, ¿cómo es que no la habíamos visto hasta ahora?". Carlos tomó la mano de su esposa con una tierna sonrisa, "Tienes razón, es mi culpa, pero lo compensaré", prometió él mientras miraba a Debbie a los ojos.
Ella se sonrojó, notó que su marido estaba coqueteándole de nuevo y cada vez que hacía eso, su corazón comenzaba a latir con fuerza.
Cuando el grupo entró, una multitud de jóvenes ya llenaba el lugar donde se celebraba la fiesta, todos se estaban divirtiendo.
Cuando la gente los vio, las mujeres se volvieron locas, "¡Es él! ¡Es Carlos Hilton! ¡Y sus amigos también! ¡Dios mío! ¡No puedo creer que esté viendo a Carlos Hilton!", exclamó una de ellas.
"¡Guau! ¡Son tan atractivos! Me gustan los cuatro, ¿qué debo hacer?", dijo otra mujer.
"Megan tenía razón, ella realmente es muy cercana al Sr. Hilton, ¿pero quién es la chica a su lado?", se preguntó alguien más.
"¡No sé! Nunca la había visto antes, pero es hermosa", dijo su amiga.
Su discusión continuó así, haciendo este o aquel comentario, generalmente sobre su apariencia.
Más tarde, el grupo se separó, Damon fue alejado de sus amigos por dos hermosas mujeres, Curtís y Karina fueron a algún lugar solos y Wesley se fue con Megan dejando atrás a sus amigos, mientras ella sostenía su brazo. Sólo Debbie y Carlos se quedaron en su lugar.
Un mesero se les acercó ofreciéndoles todo tipo de bebidas. Carlos tomó un vaso de vino de la bandeja, cuando su esposa pensó que era para ella, él le dijo al camarero: "Un vaso de limonada, por favor".
"Sí Sr. Hilton", respondió el mozo.
Después de que el mesero se marchó, Carlos tomó un sorbo de vino y le preguntó a su mujer: "Hay comida allí, ¿tienes hambre?".
Debbie no respondió, en cambio lo miró y preguntó: "¿Por qué limonada?".
"Para ti", respondió él.
La chica se quedó sin palabra, miró a su alrededor y todos los demás tomaron una copa de alguna bebida alcohólica: vino, licor, champán, incluso cócteles, pero nadie estaba bebiendo limonada. "¿Limonada? ¿Es en serio?", exclamó Debbie.
"Sí", dijo Carlos, simple y directo a su objetivo, a él no le gustaba que su esposa bebiera alcohol.
Ella estaba molesta, pero sabía que no podía convencer a su marido para que la dejara, él era demasiado obstinado.
Pronto la limonada fue servida, Debbie tomó la bebida con resignación y siguió a Carlos a las mesas de refrigerios. Como el pastel era su favorito, ella tomó un panqué estilo Hokkaido y después de darle un mordisco, preguntó: "¿Algún espectáculo esta noche?".
"Sí, Wesley invitó a la actriz favorita de Megan", respondió Carlos mientras se apoyaba en la mesa detrás de él.
Al ver lo mucho que los cuatro jóvenes más ricos y poderosos mimaron a Megan, Debbie no pudo evitar preguntar. "¿Quién es ella?".
"Megan Rodríguez", respondió su marido.
"Eso ya lo sé, lo que quiero decir es que...", de pronto, la muchacha fue interrumpida.
"Oye Carlos, Megan te estaba buscando", cortó Damon, sosteniendo a una mujer alta y delgada en cada brazo.
"Está bien, voy a ir a verla, diviértete", le dijo Carlos a su esposa y se fue.
Un minuto después, Debbie vio a Megan tomar el brazo de su marido y entrar a una habitación con él mientras hablaban y reían, ella miró hacia la puerta, pero después de 15 minutos más o menos ninguno de los dos había salido del lugar. La chica dudó sobre si llamar a la puerta o no, pero para su sorpresa, Karina ya estaba de pie a su lado, sosteniendo una copa de champán, "Vamos a bailar", sugirió ella.
"¿De verdad? ¿Carlos sabe de antigüedades? No tenía idea de eso", dijo Karina.
"Ha visto muchas, así que más o menos sabe identificar cuando algo es falso", explicó él.
Karina frunció los labios y no dijo nada, quería volver con Debbie y decirle lo que acaba de escuchar. Después de pensarlo, soltó la mano de Curtís y le dijo: "Debbie está sola en la pista de baile, ¿no te preocupa eso?".
"No", respondió él.
De hecho, Curtís no estaba preocupado en absoluto. Cuando entraron, todos habían visto a Debbie con Carlos, eso era suficiente para asegurarse de que nadie se metiera con la chica, incluso si no sabían quién era ella, además, todos los invitados a la fiesta eran buenas personas. Por si fuera poco, Debbie también sabía artes marciales, ella podría cuidar de sí misma, así que Curtís iba a dejarla hacer lo que quisiera y divertirse.
Al oír lo que dijo su novio, Karina no insistió en volver a la pista de baile y se quedó a su lado.
Más tarde, dos mujeres invitaron a Debbie a ir a navegar, ella quería ir, también pensó que debería contarle a Carlos sobre lo que haría en caso de que se preocupara, pero todavía no había salido de la habitación, así que tuvo que irse sola.
Afortunadamente, antes de subirse al bote, vio a Karina y la invitó a acompañarla, por lo tanto Curtís sabría dónde estaban las dos.
Una vez que las dos chicas estuvieron a bordo, Curtís le dijo al piloto: "Es tarde, no se vaya lejos, un paseo alrededor de esta área será suficiente".
"Sí señor", respondió el piloto.
Había unas cuantas personas en el barco, Debbie no hablaba mucho con extraños, pero debido a su personalidad viva y extrovertida, se adaptó muy pronto.
Había algunos instrumentos musicales disponibles en el barco, Debbie tomó una guitarra y tocó "La Bicicleta" para todos. "Que te sueño y que te quiero tanto. Que hace rato está mi corazón. Latiendo por ti, latiendo por ti... La que yo guardo donde te escribí...", cuando la canción terminó, todos aplaudieron con entusiasmo y expresaron cuánto habían gozado de la melodía.

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