El Arrepentimiento Llega Tarde romance Capítulo 110

Leia a história de El Arrepentimiento Llega Tarde Capítulo 110 mais popular de 2020.

A história de El Arrepentimiento Llega Tarde está atualmente postada em Capítulo 110 e recebeu críticas muito positivas de leitores, a maioria dos quais leram ou estão lendo. Esta é uma história muito apreciada! Sou até mesmo fã de Internet, por isso estou ansioso por Capítulo 110 . Espere para sempre. @@ Leia Capítulo 110 El Arrepentimiento Llega Tarde do autor Internet aqui.

Yago solo sintió que lo invadía una vergüenza insoportable, como si alguien le estuviera apretando la garganta. Esa frustración, esa impotencia, le brotaron de golpe como una ola.

Aquella marca era, sin lugar a duda, una señal de un beso. Lorena había pasado toda la noche en la casa de campo de tío Pedro y ahora salía con eso... No hacía falta pensar mucho para entender el tipo de intimidad que habían compartido.

Debería estar furioso, pero lo que sentía en ese momento era, sobre todo, miedo.

Los labios le temblaban y la respiración se le volvió cada vez más entrecortada.

Lorena seguía cubriéndose el cuello con la mano. Su tono era completamente indiferente: —Fue un mosquito. ¿Qué tanto escándalo haces?

En su mirada había una pizca de desconcierto. Realmente no entendía por qué él se exaltaba tanto.

—¿¡Ah!?

Yago soltó una carcajada irónica: —¡¿Crees que soy imbécil?!

Si no supiera lo que eran esas cosas, tal vez le habría creído.

Pero había tenido relaciones con Gisela muchas veces; ¿cómo no iba a reconocer una marca como esa?

Además, la mancha era rosada, lo que indicaba que el beso no había sido agresivo, sino más bien... Cuidadoso.

De pronto, Yago clavó la mirada en Pedro. Lo notó tan sereno como siempre, y en ese momento sintió cómo se le llenaban los ojos de lágrimas.

—Tío Pedro...

Pedro alzó la vista, sin mostrar emoción alguna: —¿Qué?

Yago se atragantó con el nudo en la garganta. Apretó los labios con fuerza.

Pero no se atrevía a enfrentarse con él de forma directa. Solo pudo volver a mirar a Lorena.

—¡Eres una descarada! ¡Qué vergüenza me das!

Lorena también se irritó: —¿Tú estás loco o qué? ¿¡Qué se te pasa por esa cabeza enfermita!? Ya te dije que fue un mosquito. ¡La gente con mente sucia ve corrupción en todo!

Entonces lo entendió. Yago creía que había algo indebido entre ella y Pedro.

¡Qué clase de imaginación tenía!

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: El Arrepentimiento Llega Tarde