El Arrepentimiento Llega Tarde romance Capítulo 31

Por la mañana, Lorena salió de su casa después de preparar el desayuno.

Ahora que la casa era completamente suya, no necesitaba pedir favores en la residencia de los Flores. Además, aún contaba con cuatrocientos mil dólares en ahorros, lo suficiente para no tener que solicitar préstamos para los dos mil dólares de gastos médicos.

Recordando los gastos médicos, buscó rápidamente el número de teléfono de Pedro y lo añadió como amigo en Instagram.

Sin embargo, no recibió respuesta hasta el mediodía y solo pudo enviarle un mensaje de texto.

[Señor Pedro, todavía le debo dos mil dólares. ¿Podríamos conectarnos en Instagram?]

Pedro no respondió; siempre había mantenido su distancia.

Lorena se quedó sentada en su puesto de trabajo por un momento hasta que vio a Belén acercarse y dejar un contrato de proyecto en su escritorio.

—El proyecto de ayuda agrícola en Valle del Sur, tú irás personalmente a supervisarlo. Regresa ahora mismo, empaca algunas cosas y parte. Y si, señorita Lorena, no puede soportar esta dificultad, tiene la opción de renunciar y marcharse de inmediato. Después de todo, con o sin ti, no hay mucha diferencia en el departamento.

Cuando los demás en el departamento escucharon que la tarea había recaído en Lorena, se relajaron.

Valle del Sur era una región muy pobre y, al ser un proyecto en colaboración con el gobierno, no generaba beneficios. Las apariencias eran inútiles, ya que quien trabajaba en Grupo Fortaleza no necesitaba de ese tipo de prestigio.

Era simplemente un proyecto penoso.

La desdicha ahora recaía sobre Lorena.

Los rostros de todos mostraban una alegría evidente y empezaron a felicitarla de manera hipócrita.

—Lorena, esto demuestra que los líderes te valoran.

—Exacto, nosotros ni siquiera tendríamos esta oportunidad.

Lorena, quien había prometido a Pedro la noche anterior que iría personalmente al proyecto agrícola en Valle del Sur, no podía soportar a estas personas sarcásticas.

—Si realmente quieren ir, ahora mismo hablaré con el jefe Pedro; él me pidió que eligiera un asistente. Pueden inscribirse activamente.

Esas palabras hicieron que los charlatanes se detuvieran de inmediato, palideciendo.

Lorena se levantó y llevó los documentos del proyecto hacia la planta superior.

Belén, quien no le tenía simpatía, no le había revelado mucho, y ni siquiera sabía con quién iría a Valle del Sur ni a qué hora específica.

Al llegar a la planta superior, encontró a César.

Sonrió débilmente: —Bien, entonces iré a empacar mis cosas.

César aún la ignoraba, lo que mostraba cuánto desagrado le tenía.

Lorena regresó a su casa, empacó cuatro conjuntos de ropa, dos pares de zapatillas deportivas, y justo cuando terminaba de empacar, Pedro finalmente le envió un mensaje.

[Baja.]

Sorprendida, incluso pensó que había leído mal.

Al bajar con su maleta, vio el auto de Pedro.

Todavía era una limusina extendida, abrió la puerta y lo vio sentado adentro, con una silla de ruedas al lado.

—Señor Pedro, ¿usted también va a Valle del Sur?

¿Acaso su compañero en este viaje sería él?

Pero, ¿no se trataba solo de un proyecto de ayuda agrícola? ¿Necesitaba un líder senior de Grupo Fortaleza acompañarlo?