El Ascenso de la Luna Fea romance Capítulo 225

CADEN

Los Alfas todavía lo miraban con ojos de águila. Así que se explayó. “Durante siglos, vuestros padres antes que vosotros han tenido que sufrir siendo mantenidos en los rangos más bajos. Eran Alfas para la gente, pero aún esclavos de algunos de los Alfas que se colocaron por encima. ¿Por qué tenía que haber rangos en primer lugar? ¿Quién tomó esa decisión? En un mundo como este, era una locura que tuvieras que luchar para ganarte un lugar entre tus compañeros Alfas.

“Ahora, mirad todo lo que está sucediendo. Todos seguís siendo culpados por cosas por las que deberíais ser consolados. Incluso cuando los Alfas superiores están equivocados, vosotros sois castigados por ello. Esto no es vivir para mí. Y por eso estoy aquí para salvaros de la injusticia que habéis estado enfrentando. Estoy aquí para ofreceros un mundo que podéis gobernar, donde todos serán iguales.”

Un silencio se extendió sobre la sala. Los Alfas intercambiaron miradas. No se dijeron una palabra entre ellos, pero los mismos pensamientos recorrían sus mentes.

“Um… Caden,” Jaxen se acomodó en su asiento. “¿Qué te hace pensar que podemos confiar en ti? Quiero decir, eres un Lobo prohibido. Ni siquiera deberíamos estar teniendo esta reunión contigo.”

“Sin embargo, aquí estáis—todos ansiosos por escuchar lo que tenía que decir. ¿Por qué? Porque una parte de vosotros tiene esperanza, ¿verdad?” Hizo una pausa para dar efecto. “Seamos honestos—todos somos monstruos. Mi hermano, que siempre es glorificado sobre mí, no es mejor que yo, y todos lo sabemos. Supongo que al final del día, todo depende de quién recibe más apoyo.”

Se acomodó en su asiento. “No planeaba hablar mucho. Lo que ofrezco es bastante simple. Trabajad conmigo. Construyamos una alianza juntos—nuestro propio mundo donde todos seremos iguales. Nunca habéis tenido realmente un lugar aquí. Y al final del día, cuando termine esta guerra, definitivamente estaréis en el lado perdedor. A menos que estéis conmigo, en nuestro nuevo mundo.”

LYRIC

Me soné mientras me limpiaba la nariz con el dorso de la mano.

La noche era fría, el clima tormentoso.

Dioses, echaba de menos mi libertad. Habría estado en la cama, probablemente con Jaris, disfrutando del clima.

Desearía no estar huyendo. Desearía que mi vida fuera diferente a esto. Desearía… estar con mis hijos y que mi familia estuviera completa.

Alguien silbó detrás de mí. Me sequé la cara mientras me levantaba del suelo donde había estado sentada, y fui a encontrarme con el dueño de la tienda.

“Estoy a punto de cerrar. Toma.” Me entregó mi teléfono. “Está cargado.”

“Gracias.” Ni siquiera estaba segura de que pudiera escucharme, mi voz demasiado débil.

Miré la pantalla mientras volvía a sentarme en el suelo junto a la tienda. El rincón estaba oscuro y tranquilo, manteniéndome protegida.

Después de escapar del lugar de Caden, me di cuenta de que ni siquiera tenía medios para viajar a la Ciudad Capital. Todo lo que pude llevarme de la casa de Caden fue mi teléfono.

Y aunque lograra conseguir algo de dinero para el viaje, ¿cómo podría llegar allí sin ser atrapada? Era imposible.

Pero no podía simplemente quedarme sin decirle a alguien sobre esto. Estaba demasiado enojada con Marta para guardar silencio.

Así que marqué su número, incapaz de resistir la urgencia de hacerle saber que la habían atrapado y que iba a recuperar a mis hijos, de una forma u otra. Quería que no pudiera conciliar el sueño esta noche.

Oculté mi número al llamar. Afortunadamente, contestó la llamada.

“¿Sí? ¿Quién es?”

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