Entrar Via

El Cocinero Del Capitán [BXB] romance Capítulo 14

Las horas avanzaban, yo me encontraba completamente a oscuras en la habitación escuchando mucho ruido y gritos provenientes del exterior, quería acortar las horas durmiendo, pero no podía hacerlo, me sentía nervioso, asustado y completamente preocupado por toda esta situación.

¿Qué tanto daño ha sufrido este barco? ¿Qué tan mal han dejado al otro? ¿Esto será tan largo como una noche o acabará en cosa de unas horas? Estaba lleno de preguntas que buscaban distraer mi preocupación por el estado del capitán ¿él estará bien?

Fuera de la habitación oía ruido, no sabía quién estaba allí, podía oír cosas cayéndose y las voces de unos extraños, estaba cada vez más asustado ¿qué tal si abren la puerta? ¿Qué haré yo? No tengo ningún arma con la que defenderme, por ello, no sabía qué hacer, estaba muy asustado.

Si las voces son del bando enemigo ¿qué pasó con el capitán? ¿Por qué no escucho su voz dando indicaciones? ¿Lo habrán herido?

Joder… esta incertidumbre me está matando, quiero verlo, pero le dije que no saldría de aquí, en caso de salir podría causarle más problemas, por ello descarto esa idea y simplemente me dedico a esperar con impaciencia sobre su cama.

Cuando oí al cabo de unas horas, un completo silencio, tímidamente abrí la puerta dándome cuenta de que había un mueble cubriendo la habitación, de esta forma el capitán ocultaba mi existencia y me ponía a salvo.

Obviamente volví a cerrar la puerta y me senté en la cama queriendo escuchar cualquier ruido que me avisara cómo estaban trascurriendo las cosas, pero no podía oír nada más que las olas del mar.

Esto es tan desesperante, no me gusta pasar por este tipo de cosas, prefiero los días donde simplemente navegamos hacia un rumbo que para mí es desconocido, aunque evidentemente sabía que esto pasaría tarde o temprano.

¿Para estos casos que se supone que se hace? ¿Ellos después buscan tierra firme? Eso sería un alivio, ya que no quisiera ser parte de otra batalla tan pronto.

{……}

No sé qué hora es, pero pude oír el mueble siendo arrastrado y el tiempo parecía trascurrir más lento, no sabía si era el capitán o uno de los hombres del barco rival, mi corazón se estaba acelerando con miedo, me asustaba la idea de ver a alguien que no fuera el capitán abriendo la puerta.

Era difícil mantenerme calmado al ver la manilla de la puerta moverse, aunque sentí como todos mis músculos se relajaban cuando con la ayuda de una lámpara de aceite pude ver al capitán, quien se acercó y cerró la puerta dejando la lámpara sobre un mueble.

Mis ojos se encontraron con los suyos durante unos segundos, antes de ver cómo su ropa parecía tener sangre y según se la iba quitando podía confirmar que no era suya. Por un lado, me sentía aliviado, mientras que por otro no podía evitar pensar en la clase de hombre que se mantiene frente a mí.

Su mirada parecía preocupada, creí que algo andaba mal, sin embargo, no me quedó tiempo para preguntar, ya que él se subió sobre mi cuerpo y me quitó la ropa en medio de apasionados besos que me robaban el aliento.

Quería ir poco a poco, mientras que él estaba desesperado, de hecho, no tardó en acercar su erección hasta mi agujero y cuando menos lo esperaba, me penetró haciéndome gemir un poco alto.

–Haah…–jadeó abrazándome con fuerza, moviéndose sutilmente dentro de mí.

–nnngh… c-capitán…–lo nombré aferrándome a su cuello con mis brazos, al mismo tiempo en el que él separaba mis piernas como una forma de embestirme con rapidez haciéndome sentir completamente excitado.

La primera vez no fue así, ahora estaba siendo más rudo y me gustaba, no podía detener los gemidos que escapaban de mi boca mientras él me hacía suyo, suspirando de placer en el proceso.

–Joshua…–me nombró a la altura de mi oído con un suspiro acompañado– no te alejes… d-de mi lado…–añadió, ruborizando mis mejillas.

–nnngh… n-no… y-yo quiero estar c-con usted…–le aseguraba, mientras se hacía más grande dentro de mí.

–C-Cuando estés conmigo… p-puedes dejar de lado la formalidad…–me aseguraba.

–Fredrik…–suspiré aferrando mis dedos en su espalda–s-se siente muy bien…

–Sí…–confirmaba rozándose por aquel sitio que me hacía sentir empapado– q-quiero hacer el amor c-contigo, toda la noche…–añadió– ¿me d-dejas…?

–Sí… ¡sí…! –respondía con gemidos acompañados, sintiendo que tocaba el cielo con las manos.

Me estaba encantando la forma en la que su erección se rozaba dentro de mí, me sentía suyo y al mismo tiempo sentía que él era mío, aun sabiendo que esto no era verdad. Estaba feliz, verlo ileso y a salvo entre mis piernas me hacía feliz, algo que me motivaba a permitirle hacer con mi cuerpo lo que él quisiera, a pesar de que no sabía si el cansancio me lo permitiría.

Al principio lo hicimos mirándonos a los ojos, pero luego, me sentó sobre su cuerpo incentivándome a mover las caderas para complacernos mutuamente. Sólo cambiábamos la posición cuando él se corría, mientras que yo lo hacía el doble de veces o el triple de veces.

Me sentía en llamas, con cada posición se sentía mejor, ya sea en cuatro, de lado, contra la pared, de rodillas en la cama o en una extraña posición donde yo le daba la espalda y permanecía sobre su cuerpo.

Era una posición extraña, ambos estábamos mirando en dirección al techo y a pesar de yo estar arriba, era él quien me tomaba firmemente de las caderas para embestirme con rudeza.

No sabría cómo explicar con palabras lo mucho que lo disfrutaba, mi cuerpo temblaba sufriendo espasmos de placer que le advertían donde debía tocarme, aunque cuando estaba amaneciendo, me subió sobre su cuerpo y mientras permanecía recostado en su pecho, movía su pelvis con velocidad, dificultando mis deseos de besarlo.

–¡nnngh…! Y-Ya no puedo…–le avisé posicionando mis manos sobre las suyas, las cuales apretaban mis nalgas con fuerza.

–Eres tan lindo…–susurró haciéndome temblar de placer.

–Ah… p-por favor…–pedí acercándome a sus labios– lléname de ti…

–Ah…–suspiró nalgueándome– no aprietes…

–P-Pero me gusta…–le dije soltando una risita, ya que sabía que entre más lo apretaba, más mojado se ponía dentro de mí– nnngh… Fredrik, mi vida… se siente muy rico…

–mmmgh… –gimió apretando sus labios– m-mi amor… me voy a correr…

–D-Dentro… dentro…–le rogaba moviendo mis caderas.

–Ahh…–gimió corriéndose dentro de mí.

–¡nnngh…! –gemí corriéndome con él.

Una vez hecho, nos comenzamos a besar desenfrenadamente amándonos un poco más antes de dejarnos caer rendidos al cansancio.

Cuando abrí mis ojos, era muy tarde, aunque no deseaba moverme ni separarme de su cuerpo, algo que él tampoco deseaba hacer, ya que me mantenía encarcelado entre sus brazos.

Esta vez fui yo quien despertó primero, podía ver su rostro dormido y un cosquilleo se creaba en mi vientre sintiéndome afortunado de tenerlo así de cerca, además se veía muy guapo y hasta podría decir que tierno.

Esto está transcurriendo demasiado rápido, mi corazón se siente diferente, es difícil de explicar la tranquilidad y bienestar que logra generar en mi pecho ahora mismo, aunque sé muy bien que una vez abra sus ojos mi corazón se acelerará e inconscientemente me pondré nervioso.

No sé qué tiene su presencia, pero no puedo evitar sentir que me estoy enamorando, por ahora es un gustar que se intensifica con cada pequeña acción que realiza cuando está cerca de mí. Lo nuestro aún no es amor, confundir lo que sentimos con amor sería imperdonable, justamente porque aún queda mucho por conocernos y es evidente que hay muchas cosas que podrían no gustarnos del otro.

Supongo que de la misma forma en la que me está haciendo cambiar mi pensamiento, será capaz de enseñarme a quererlo más allá de un gustar.

Capítulo 14: Una noche caótica 1

Capítulo 14: Una noche caótica 2

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El Cocinero Del Capitán [BXB]