El Desquite de una Madre Luchona romance Capítulo 208

—¡Sí!

Rocío apretó los dientes y soltó—: ¡Yo nunca les hice daño, nunca me metí con ustedes! ¡Desde el principio, jamás! Sé que amas a Mireya. ¡Por eso me hice a un lado! ¡Fui yo quien te entregó los papeles del divorcio, Lázaro, te los puse en la mano!

—¡Pero tú me tuviste atada tanto tiempo y ni siquiera crees que fue tu culpa! ¡Y ahora dices que te acoso, que soy un obstáculo para Mireya! ¡Tus amigos, los de ella… todos se juntaron para hundirme!

—¡¿No les da miedo que Dios los castigue algún día?!

—¡Bola de desgraciados!

Cada vez que recordaba el asunto, a Rocío le hervía la sangre.

Si Samuel no hubiera llegado a tiempo ese día, habría terminado en manos de un montón de vagabundos.

...

—Por eso, Rocío, ya sé que estás al borde del colapso. Y también sé que es imposible que vuelvas a donar sangre para Benjamín, así que no te llamé para pedirte que lo hicieras, de verdad. Tranquilízate y dime, ¿quién te llamó exactamente? —Lázaro le preguntó a Rocío con paciencia.

De pronto, Rocío cayó en cuenta de que quien había llamado a Mireya era Elsa. Tal vez, en realidad, no había sido idea de Lázaro.

—Fue Elsa quien llamó a tu novia. Y por cierto, tu novia ya no tiene celular porque lo rompí. Avísale de mi parte: si vuelve a decir en público que soy la amante, voy a publicar en todos lados y en la tele que ella es la otra. ¡Total, es la verdad!

Lázaro se quedó mudo.

—Y dile a Elsa que deje de estar molestando a mi familia por teléfono.

Dicho esto, Rocío colgó la llamada sin darle tiempo a responder.

Del otro lado, Lázaro se quedó parado sin moverse por un buen rato.

Quiso preguntarle a Elsa si había estado molestando a Elvia, la comadre de Rocío, pero con Benjamín aún luchando por su vida dentro del área de emergencias y Elsa llorando desconsolada fuera, simplemente no pudo hacerlo.

En ese momento, volvió a sonar su celular. Sin mirar quién era, contestó de inmediato—: Rocío, ¿todavía tienes algo más que decirme?