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El día que mi viudez se canceló romance Capítulo 206

Margarita tenía bien claro que Alejandra era de corazón blando.

Si Alejandra hubiera sido un hombre, sin duda las chicas de apariencia inocente y corazón traicionero ya la habrían traído dando vueltas como trompo.

Para Margarita, bastaba con mostrarse un poco lastimada para que Alejandra perdiera hasta el último rastro de juicio.

Arrastrando su maleta negra, Margarita lloraba con un dramatismo que conmovía a cualquiera.

—Ya sé que aquí nadie me quiere —lloriqueó, con el maquillaje corrido—. Mejor me regreso a Estados Unidos ahora mismo, y no pienso volver nunca.

Al ver esa escena, Alejandra se puso nerviosa. De inmediato tomó la maleta de Margarita para impedírselo.

—¿Y quién dijo que aquí nadie te quiere? —reviró, casi suplicando—. Las puertas de la familia Olmo de Solsepia siempre están abiertas para ti, y ahora también las de la familia Ibáñez.

Al escuchar que Alejandra insistía en que se quedara, Margarita dejó de hacer berrinche y soltó la maleta. Sin dudarlo, volvió a entrar en la suite presidencial.

Con voz temblorosa, soltó:

—Ay, la verdad es que, aunque me den la bienvenida o no, al final me tocará regresar sola a Estados Unidos. Aquí en Solsepia no tengo casa... pero lo único que me preocupa es que, si me voy, y esa zorra vuelve a armar un escándalo, tú volverás a ponerte triste y no habrá nadie para acompañarte.

Al recordar a la “zorra” de Gabriel afuera, la rabia de Alejandra subió como espuma.

—Margarita, mira, vende esa casa que tienes en Estados Unidos y quédate a vivir en Solsepia. Así por lo menos nos tenemos la una a la otra, ¿no crees?

Pero Margarita no tardó en rechazar la idea, como si de verdad no le quedara de otra.

—Yo ya no me atrevo a quedarme aquí, la verdad. No quiero hacer enojar a Marisa. Si Rube llega a enterarse, no solo me va a poner en ridículo a mí, también te va a meter en problemas.

En cuanto escuchó eso, Alejandra se encendió más.

Sus cejas gruesas y rasgos marcados reflejaban toda la furia que sentía.

—Mira, la verdad es que Marisa se sacó la lotería contigo y debería estar feliz con eso en vez de buscarte pleito. Si no fuera porque se parece a ti, ni de chiste tendría el lugar que ocupa como señora Olmo.

Capítulo 206 1

Capítulo 206 2

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