El día que mi viudez se canceló romance Capítulo 316

Margarita sonrió dulcemente y miró a Claudio.

—Señor Cano, cuánto tiempo sin vernos.

Después de todo, ni el más rudo le niega la mano a una sonrisa genuina, y menos si viene de alguien tan atractiva como Margarita.

Claudio respondió con una sonrisa franca.

—No ha pasado tanto, Margarita. Sigues igual de guapa que hace unos años.

Claudio estaba al tanto de lo que había sucedido entre Rubén y Margarita.

Aquello fue más o menos cuando Marisa acababa de casarse con Samuel, y por cuestiones de trabajo, Rubén tuvo que marcharse a Solsepia.

Quizá no quería seguir en Clarosol, ese lugar que le traía recuerdos amargos, así que Rubén aprovechó para alargar su estancia laboral todo lo posible.

Fue en esa época cuando Rubén conoció a Margarita.

Margarita, como amiga de Alejandra, fue presentada en el círculo de la familia Olmo de Solsepia.

No faltaron pretendientes para Margarita.

Claudio, quien también tenía fama de galán, intentó conquistarla un par de veces, pero Margarita siempre supo cómo rechazarlo con elegancia.

En ese entonces, Claudio pensaba que Margarita era una de esas mujeres inalcanzables, que no se fijan en tipos como él, que solo buscan pasar un buen rato.

En el fondo, la razón era otra. Mientras Rubén estuviera cerca, Margarita difícilmente pondría atención en el resto de ellos.

En algún momento, Claudio creyó que Rubén al fin dejaría atrás al amor de Clarosol y se animaría a empezar algo con la señorita Vega de Solsepia, una historia como de película que a cualquiera le daría envidia.

Pero para sorpresa de todos, ni siquiera llegaron a tener una relación.

Rubén terminó su trabajo en Solsepia más rápido de lo esperado y regresó a Clarosol sin mirar atrás.

Nunca tuvo problemas para hablar de Margarita; cuando la mencionaba, lo hacía con cortesía, sin rastro de nostalgia ni cariño especial.

Parecía más bien que intentaba dejar atrás a alguien usando a Margarita como excusa, pero nunca logró entregarse por completo.

En esa época, Claudio le reclamó a Rubén por su actitud, diciéndole que un tipo tan serio y centrado como él no podía andar por la vida ilusionando a una chica para luego marcharse como si nada.