Entrar Via

El día que mi viudez se canceló romance Capítulo 327

A pesar de que la gente siempre tenía ganas de enterarse de más, y escribir sobre la familia Olmo dejaba ganancias jugosas a los reporteros de espectáculos, ninguno se atrevía a lanzarse tan fácil a hacerlo.

Entonces, ¿por qué justo esta vez sucedió así?

De todas las ocasiones posibles, ¿por qué justo ahora lograron tomarle fotos a él y a Margarita?

El asistente terminó de resolver el asunto en un abrir y cerrar de ojos. Al volver, le informó a Rubén:

—Señor Olmo, los de Entretenimiento Galaxia Mágica son bastante accesibles. Apenas les marqué, aceptaron retirar en ese mismo instante las fotos y la nota.

Sin embargo, aunque la noticia del escándalo se estaba desvaneciendo tan rápido, Rubén no lograba relajarse. Su entrecejo seguía tenso, como si algo no cuadrara en absoluto.

Sentía que todo esto era demasiado sospechoso.

Rubén alzó la mirada hacia su asistente y preguntó:

—Esa bola de reporteros, siempre se hacen del rogar. Para ellos, entre más se alargue el chisme, mejor, así sacan más provecho. Siempre buscan exprimir hasta el último segundo de atención. Dime, ¿por qué ahora aceptaron tan rápido?

El asistente respondió sin vacilar:

—Eso ni se pregunta, seguro les pesa el poder del Grupo Olmo. ¡Les dio miedo!

Rubén frunció el ceño, pero enseguida soltó una media sonrisa cargada de ironía.

—Si en verdad nos tuvieran tanto miedo, ni siquiera se habrían atrevido a empezar con esto. La verdad, yo creo que cuando tú los contactaste, ellos ya habían sacado todo el provecho que necesitaban.

El asistente entendió en el acto lo que Rubén quería decir.

—Señor Olmo… ¿está pensando que alguien más está moviendo los hilos tras bambalinas? Entonces, lo mejor sería analizar quién gana y quién pierde con este rumor...

Rubén levantó la mano para frenarlo.

—No hace falta que le des tantas vueltas.

Ya tenía claro lo esencial. Tomó la chaqueta de su traje y, mientras abrochaba los botones, salió rumbo al pasillo fuera de la oficina.

El asistente lo seguía de cerca, recordándole:

—Señor Olmo, todavía tiene una comida pendiente esta tarde.

Rubén agitó la mano con desgano y respondió en tono cortante:

Nuestro precio es solo 1/4 del de otros proveedores

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El día que mi viudez se canceló