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El día que mi viudez se canceló romance Capítulo 355

Marisa parpadeó con los ojos húmedos, las pestañas pesadas por el llanto.

—¿De verdad Rubén dijo que solo me quería a mí, y no al bebé?

Valentina la miró con una sonrisa llena de ternura.

—¿Y qué crees? Ese muchacho es bien terco, cuando se le mete algo en la cabeza, nadie lo saca de ahí. Desde chiquito era igual, cuando decía sí, era sí, y punto.

¿Sería ella... la persona que Rubén había elegido así, sin dudar?

Sintió una oleada cálida recorriéndole el pecho.

Valentina le acarició el cabello y, suavizando el ambiente, cambió de tema:

—¿Ya recibiste el regalo que te mandamos? Rubén le puso nombre a la galería, creo que la llamó Jasmine. Le dije un montón de cosas a ese muchacho, porque ya que el regalo es tuyo, ¿qué tiene que andar poniéndole nombre él? ¿Y si no te gustaba? Seguro ni te animabas a decirle nada.

—Mamá, sí me gusta —respondió Marisa con voz firme.

Si le hubieran pedido a ella que nombrara la galería, después de tanto pensarlo, quizá hubiera elegido el mismo nombre.

El día que se puso Jasmine de sobrenombre, fue cuando entendió que la pintura sería algo esencial en su vida.

—Solo que todavía no he podido ir a ver la galería...

Hoy mismo pensaba hacerlo.

Pero, ¿quién iba a imaginar que se complicaría todo así?

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