Entrar Via

El día que mi viudez se canceló romance Capítulo 408

Fabiana notó de inmediato la desconfianza y el fastidio en el rostro de Sabrina; fue tan obvio que apenas le bastó una mirada para entender que definitivamente había algo entre Margarita y Rubén.

Sin embargo, no se atrevía a imaginar qué tipo de relación podían tener.

Ya le era complicado creer en el amor verdadero de los ricos y famosos, y ahora que, por fin, había decidido confiar en ello, se daba cuenta de que tal vez se había equivocado por completo.

Sabrina, temblando de rabia, murmuró apenas audible:

—¿Qué trabajo puede ser tan importante? Marisa está así y ni siquiera se digna a venir a verla.

Si Rubén siempre se hubiera comportado como un tipo indiferente, Sabrina no estaría tan molesta. Pero es que antes no era así.

¿Puede un hombre cambiar sus sentimientos tan rápido?

O peor aún, ¿será que Rubén siempre fue indiferente con Marisa, solo fingía ser un buen tipo delante de los demás?

Si es así, vaya que sabe actuar.

La preocupación de Sabrina por Marisa crecía. Ahora, sumado a todo lo que había pasado, Rubén la había dejado sola para irse de viaje con Margarita, y eso solo avivaba más su furia.

Marisa era como una hermana menor para ella, la había visto crecer. Siempre fue esa niña perfecta de la que los adultos hablaban, la que ponían como ejemplo.

Después de lo que vivió con la familia Loredo, fue como si hubiera cruzado el infierno y regresado.

Y ahora, después de este atentado, el hombre que en público decía quererla, se había marchado en compañía de una exnovia con mala fama.

Sabrina, ahogada en una maraña de emociones, alzó la vista hacia el letrero rojo encendido de “cirugía en proceso”, y no pudo evitar desquitar su enojo con el amigo de Rubén: Claudio.

El proyecto del tranvía era el más importante de FunAI ese año. Claudio no había parado ni un solo día, entre reuniones interminables y la presión del Grupo Olmo, famoso por exigir hasta el último detalle. De tanto estrés, incluso había bajado varios kilos en las últimas semanas.

Y justo esa noche era el cumpleaños de Lina Cano. Claudio había vuelto a la casa familiar de los Cano especialmente para dejarse consentir por el chef de la familia y disfrutar de una buena cena.

Pero apenas se sentó, recibió la llamada de Sabrina.

Nuestro precio es solo 1/4 del de otros proveedores

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El día que mi viudez se canceló