Austin había seguido a Brooke hasta la Clínica Bienestar y a medida que avanzaba iba pensando que debía ser ella, aunque aún no se cumplían las 4 semanas de plazo que había mencionado la doctora.
Luego de irrumpir en el consultorio y lograr que le dijera el resultado de su examen, le solicitó que hablaran en privado, quería poner en marcha la idea que le había surgido mientras la seguía, no será fácil porque es tan testaruda como hermosa y tiene un carácter de mil demonios, pero ya encontraría la forma de convencerla.
Brooke no quiso salir con Austin de la clínica, así que ocuparon una sala que les facilitó la doctora Brown. Entraron y la ginecóloga les informó que nadie los molestaría por un buen rato, le agradecieron y quedaron solos, enseguida Austin tomó la palabra.
–Señorita Fanning, ninguno de nosotros planeó y mucho menos consideró que al venir a esta clínica con nuestros objetivos individuales, terminaríamos involucrados y con un hijo en común, todos estos días he pensado en cómo resolver la situación y tengo una propuesta que hacerle, le pido que me escuche atentamente y si necesita tiempo para responderme, se lo concederé.
–Confieso que yo también me imaginé algunos escenarios para solucionar nuestro problema en caso de que el resultado fuera positivo, pero al mismo tiempo desechaba cada uno porque no es así como había planeado llevar a cabo mi deseo de ser madre. Pero, lo escucharé, dígame su propuesta.
–Mi propuesta es casarnos, cuidaré de usted y de nuestro hijo durante todo su embarazo, estaremos juntos en su nacimiento y cuando lo consideremos conveniente nos divorciaremos y compartiremos legalmente la custodia.
–Honestamente, no me esperaba que me propusiera eso, incluso pensé que me pediría que abortara. No entiendo cómo podría casarse conmigo si está comprometido.
–Lauren es mi novia y posiblemente le pida matrimonio en algún momento, pero aún no es el caso, he dejado que ella divulgue un compromiso entre nosotros porque sí tenemos una relación. Sin embargo, por ahora mi prioridad es ese bebé que lleva en su vientre y que es mi heredero.
–Entonces nuestro matrimonio, ¿sería de tres?
–¿Me exigirá fidelidad?
–No me refería a eso, verá usted, un matrimonio, ni siquiera en las condiciones que me ofrece, no está en mi plan de vida, solo quiero ser madre, ahora lo seré y tengo que aceptar que el padre de mi hijo no es anónimo, así que simplemente compartiremos custodia. Usted y yo ni siquiera somos amigos, una circunstancia extraordinaria nos tiene unidos, realmente no creo necesario casarnos para compartir la custodia, no quiero pelear, necesito paz y tranquilidad para llevar mi embarazo a buen término, así que estoy dispuesta a que forme parte de la vida de mi hijo porque también es suyo. Solo, le agradecería satisfacer mi curiosidad y que me diga por qué quiere a mi hijo si tiene pareja.
–Mi pareja no quiere embarazarse, eso estropearía su figura y sí, es un poco decepcionante, pero no puedo obligarla, es su cuerpo y ella decide. Yo sí quiero un hijo que herede todo lo que he logrado.
–Ambos tenemos abogados, podemos establecer de una vez los términos concernientes y eso no nos involucrará ante un juez, somos adultos, con la madurez e inteligencia suficiente para lograr un acuerdo en el que estemos conformes y donde el único beneficiado sea nuestro hijo.
Austin la escuchó embobado, en su mente se decía que Brooke era una mujer muy inteligente y con una seguridad asombrosa. Sí así manejaba su empresa, estaba más que justificado su éxito.
–Se hará como usted dice señorita Fanning, con mi abogado redactaré un acuerdo, usted también haga lo mismo y nos reuniremos para lograr algo que aceptemos ambos. ¿Me permite asistir a todas sus citas médicas, de ahora en adelante?
–Debido a su inesperada interrupción de mi consulta, no sé cómo debo proceder de ahora en adelante, tengo que ir a hablar con la doctora.
–Todo lo que tiene de preciosa lo supera con creces su antipatía. Vamos, quiero participar desde ya en la vida de mi heredero.
–Deje de llamarlo así.
–Es lo que será, “mi heredero”
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