Al terminar de comer, se levantaron para salir del lugar, pero de pronto Brooke se sintió un poco mareada, Austin la sostuvo del brazo y así pudo seguir caminando, aunque lentamente y con cuidado.
–Te llevaré a tu casa porque debes recostarte, mi chofer llevará tu auto.
–Te lo agradezco, de verdad no me siento en condiciones para manejar.
Recibió las llaves de ella y la ayudó a sentarse a su lado en el automóvil, Brooke odiaba verse tan frágil delante de él, pero sentía que un sudor frío recorría su cuerpo por las náuseas.
Él condujo con cuidado y al llegar al edificio de Brooke, se bajó, rodeó el automóvil y la ayudó a descender, “todo un caballero atento” –pensó ella.
Apenas entraron, su nana Carmen se alarmó al verla tan pálida.
–¿Qué le pasa a mi niña?
–Se sintió mal apenas terminó de comer –le explicó Austin calmadamente.
–Claro que le cayó mal la comida, come a deshora y en la calle, cuando yo siempre le cocino todo muy sano, que manía de andar comiendo de todo por ahí.
–No señora, comió muy bien y era pasta casera.
–Y, ¿usted quién es?
–Soy un nuevo amigo de Brooke y muy confiable no se preocupe. Me indica el camino para ayudarla a recostarse.
–Sí señor, sígame.
Brooke los dejó hablar sin intervenir, porque se sentía muy mal, apenas entró a la habitación corrió al baño, tenía que devolver todo lo que se había comido con tanto gusto. Para su sorpresa, sintió que Austin tomó su cabello y le daba palmaditas en la espalda.
Carmen se paró en la puerta del baño y él le pidió que le preparara algo para las náuseas.
–Enseguida señor, ya le hago un digestivo.
–Esa señora está preocupada por ti y eso me tranquiliza, ahora sé que si estás en casa estarás bien cuidada.
–Es mi nana desde que tengo memoria. Por favor déjame sola para recomponerme un poco.
–Está bien, pero avísame si quieres vomitar de nuevo.
***
Salió a esperarla en la habitación y recorrió el lugar con la vista, era como ella, hermosa y sobria.
La vio salir y aún no recuperaba el color en el rostro, la señora entró con una taza y antes de dársela la llevó hacia una puerta que él asumió que era un vestidor, de allí volvió con una bata de seda que se adhería a su cuerpo dejando al descubierto su firme busto, también vio sus hombros desnudos con algunas pecas, luego se sentó en la cama y tomó unos sorbos de la bebida caliente que le ofreció su nana.
Austin estaba de pie cerca de su cama con las manos en los bolsillos, luego ella giró hacia él y viéndolo con sus grandes y hermosas esferas grises le dijo:
–Te ruego que me disculpes y te agradezco mucho que me acompañaras.
–No tengo nada que disculparte y puedes contar conmigo en todo momento, ojalá pudiera hacer algo más para que no tuvieras ningún malestar.
–Eres muy amable, pero creo que eso no será posible, tendré que acostumbrarme.
–Brooke, debo ir a mi oficina, pero si me lo permites regresaré aquí al terminar.
–Estaré bien, no te preocupes.
–¿Puedo llamarte luego, solo para saber cómo sigues?
–Sí, por supuesto.
Salió de allí sin muchas ganas, le hubiera gustado quedarse, acompañarla y ayudarla si necesitaba volver al baño. Seguía repitiéndose que todo era parte del proceso de ser padre.
***
Al despertar a la mañana siguiente, Brooke se encontró con algunas notificaciones en su teléfono y su asistente le había enviado un mensaje con una página del diario digital donde aparecía en varias fotos con Kendall, cuando estaban en el restaurante, incluso cuando se recargó en su hombro por sentirse mareada. El titular de las fotos era:
“EL MAGNATE DE HOTELES LUJOSOS Y LA FABRICANTE DE AUTOS LUJOSOS, ¿ESTÁN JUNTOS?”
“¡Por favor!, solo de ver el titular se nota lo amarillista de la noticia, ni siquiera es una buena redacción” –exclamó. No obstante, se lo reenvió a Kendall, con preocupación.
Mientras, en su lujosa vivienda, Austin se despertaba al escuchar insistentemente la alarma de su teléfono con notificaciones, tenía una de Jared, otra de Neal y también de Brooke, vio esa primero y se encontró con las fotos y el titular.
Se arregló rápidamente y llamó a su equipo publicitario para que se encargaran de hacer desaparecer esa noticia y lo más importante las fotos.
Al llegar a su oficina Jared lo esperaba con rostro burlón.
–No me digas que ya intimaste con la madre de tu hijo.
–Ni lo pienses, la llevé a comer, todo estaba bien y de repente se sintió mal, eso fue todo.
–Estabas muy entretenido porque no te diste cuenta del fotógrafo.
–De haberlo visto, le partía la cámara en la cabeza.
–¿Puedes explicarme qué hacías con esa mujer? –chilló Lauren entrando furiosa a la oficina.
Austin Kendall:
Brooke Fanning:
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