El Regreso de la Heredera Coronada romance Capítulo 214

Después de que Ángeles se presentara, el joven se arrodilló de inmediato.

Incluso el asistente del organizador, quien todavía mantenía una sonrisa burlona en su rostro, quedó paralizado por completo con una expresión de asombro.

Ella es la hija del hombre más rico de la ciudad, y no es cualquier cosa sacar dos millones ochocientos mil dólares, así como así.

El proceso que siguió fue mucho más sencillo: Ángeles y el joven firmaron al instante una carta de intención de inversión. Al principio, el joven había pedido una inversión de un millón cuatrocientos mil dólares, pero Ángeles le ofreció dos millones ochocientos mil dólares.

—Señorita Ángeles, esto son dos millones ochocientos mil dólares, ¿está segura? Me preocupa que si nuestra pequeña empresa, la Compañía Hexagonal, falla, ese dinero se perderá...

El joven observaba asombrado cómo Ángeles firmaba sin titubear y no pudo evitar advertirle.

Ángeles alzó una ceja. —¿Tan poca confianza tienes en ti mismo? Porque yo confío plenamente en ustedes.

Lo que Ángeles quería a cambio era que, si la Compañía Hexagonal llegara a tener éxito, su inversión de dos millones ochocientos mil dólares se convertiría rápidamente en el ochenta por ciento del control efectivo de la compañía.

Si la inversión fracasaba...

Pues fracasaba y listo.

Ángeles aceptaría el resultado.

—No hay de que preocuparse, transferiré el dinero a tu cuenta en tres días. Lo que necesitas hacer ahora es contratar más personal, seis personas no son suficientes para la empresa, y también buscar un buen centro de negocios para la nueva sede; la apariencia es muy importante en estos casos.

Ángeles agitó su copia del contrato y, con una leve sonrisa hacia el joven, se marchó.

El joven quedó enfáticamente, como si hubiera renacido.

Mientras tanto, en el pequeño jardín detrás del lugar del evento, Oscar dio un par de vueltas más sin encontrar a la persona que buscaba y se vio obligado a girar hacia su asistente personal y preguntar, —¿No habías arreglado con el asistente del organizador para que no lo dejara entrar? ¿Dónde está?

El asistente, sudando profusamente, respondió, —Quizás... ¿ya se fue?

Oscar bastante tenso, ordenó, —¡Ve a buscarlo!

Anteriormente, Oscar había escuchado hablar de la pequeña empresa llamada Compañía Hexagonal, que más que empresa, era un simple equipo de emprendedores sin renombre.