El Regreso de la Heredera Coronada romance Capítulo 264

—Abuelo...

Oscar no podía aceptarlo.

Desde su infancia, había sido criado para ser el heredero de la familia.

En cambio, Marco, quien sólo se preocupaba por cuidar a su hija, ¿por qué debería él obtener el control de la familia Aguilar?

Marco dijo burlonamente: —¡No tengo ningún interés en tomar las riendas de este desastre!

—¡Debes hacerlo! —, insistió Pedro ofreciéndole una tentación directa.

—¿No has estado buscando a la madre de Elena? Si tomas el control de la familia Aguilar, todos los recursos estarán a tu disposición, ¿no sería más fácil encontrar a alguien?

...

Las palabras de Pedro tocaron una obsesión en el corazón de Marco.

Por su hija Elena, no tenía razón para rechazar esa oferta.

—Si no hay remedio alguno. Pues acepto.

Al escuchar esta respuesta, Pedro asintió satisfecho, soltó el aire retenido y cerró los ojos, sonriendo.

El monitor al lado de la cama comenzó a emitir un sonido agudo y penetrante.

Finalmente, el corazón dejó de latir.

...

Ángeles despertó en el camino de regreso en brazos de Vicente.

Ella ardía en fiebre, había perdido toda razón; sus manos luchaban desesperadamente por tocar a Vicente, quien para ella era como un trozo de hielo.

Y en ese momento, eso era exactamente lo que quería, ese trozo de hielo.

Vicente, irritado por sus toqueteos, quería sujetar sus manos errantes, pero temía que la reciente herida en su brazo se abriera.

Él la consideraba, mientras que Ángeles no tenía ninguna reserva.

La expresión de Vicente se oscurecía cada vez más, y su respiración se volvía más errática.

Tomás, quien conducía al frente, no se atrevía a mirar atrás y, sabiamente, pisó el acelerador a fondo, atravesando la carretera hasta llegar finalmente a la Casona Azul.

Tomás saltó rápidamente del auto y abrió la puerta trasera.

La voz de Vicente era ronca y grave, —pero no te arrepientas después.

Esa noche estaba destinada a ser una noche sin sueño.

...

Al día siguiente.

Ángeles abrió los ojos y miró el techo, extraño pero familiar, parpadeó lentamente mientras los eventos del día anterior empezaban a emerger en su mente.

Primero fue secuestrada y llevada a la casa de los Aguilar, donde capturaron a Oscar intentando escapar.

Luego, Vicente la rescató.

Y finalmente... las imágenes descontroladas de la noche de pasión desenfrenada también invadieron sus pensamientos.

Ángeles intentó moverse un poco y sintió dolor en todo el cuerpo.

Mientras reflexionaba sobre lo ocurrido, una voz profunda y magnética resonó cerca de su oído:

—¿Ya te despertaste?