El Regreso de la Heredera Coronada romance Capítulo 614

Ángeles sostuvo un plato y percibió la mirada de Lourdes hacia ella, sintiéndose algo incómoda.

Entonces escuchó a Lourdes decir con tranquilidad: —No te preocupes por mí, puedo hacerme la ciega cuando sea necesario.

Esto significaba que podían seguir con su charla intima sin ningún tipo de preocupación por su presencia, que ella podía hacer como que no veía nada.

—...— Ángeles tosió un poco y, de repente, apareció frente a ella un vaso de agua tibia, colocado a un lado de Vicente.

Él siempre mostraba de forma abierta su cuidado y atención hacia ella, sin ocultarse ni guardarse nada, sin importar quién estuviera presente.

Aunque ahora Lourdes había tomada conciencia y se había disculpado con Ángeles, incluso si eso no hubiese ocurrido, en los momentos más preocupantes de su relación, Vicente mantenía esa actitud.

—Hermana, ¿de qué hablaban Juan y Belén? —preguntó Vicente—. ¿Qué verdad eres?

Su conversación anterior había sido algo confusa y él no había entendido del todo.

Lourdes dudo por un momento, eligió por no revelar por completo la verdad sobre la relación entre Juan y Belén, solo mencionó: —Hace seis meses, hubo un accidente con el barco, Juan fingió su muerte, lo descubrí en su celular.

Lourdes sacó su propio celular y mostró una foto de su galería, que había capturado de la agenda de Juan.

—Anotó este número bajo el nombre de "Señor", con un registro de llamadas muy frecuente; sospecho que estaba trabajando para esta persona o que había realizado tal vez algún trato.

—Y además... —se detuvo, parecía ser algo difícil de expresar, Lourdes se mordió el labio y finalmente declaró—: ¡Él me pidió varias veces que le entregara el sello del Grupo Pérez!

Vicente, al escuchar esto, no mostró sorpresa alguna.

Lourdes se sorprendió: —¿Ya lo sabías?

—Sí.

—¿Desde cuándo?

—Desde hace dos años.

Lourdes se quedó al instante sin palabras; hace dos años, justo cuando había formalizado su relación amorosa con Juan, y por él, en aquel entonces, le había pedido a Vicente que le diera más oportunidades a Juan.

Al parecer Juan cometido algo muy grave.

Una profunda intención asesina cruzó brevemente por los ojos de Vicente antes de ocultarla con rapidez y respondió: —Hermana, solamente con que veas su verdadera naturaleza, eso será suficiente.

—Podrías no creerlo, pero el mismo día que Juan regresó, intentó envenenarme. Utilizó una inyección de un veneno tan potente que podría matar a un elefante.

Vicente sacó el informe de análisis de un cajón de la mesa cercana.

Temía en ese momento que Lourdes cambiara de opinión y volviera a confiar en Juan.

Lourdes ni siquiera miró el informe, simplemente le dijo: —Por supuesto que te creo. Antes estaba equivocada, fue estúpido de mi parte no creerte a ti y defender a dos miserables estafadores con malas intenciones.

—¡No habrá una próxima vez!

Los ojos de Lourdes se humedecieron un poco, recordando la vez que en el bosque se puso tan extrema que arriesgó su vida, y las palabras hirientes que había dicho, se sintió aún más culpable.

—Debí haber estado loca para decir esas sartas de estupideces...