El Regreso de la Heredera Coronada romance Capítulo 77

Hace media hora, Ángeles había salido para volver a clases, y en ese momento su habitación estaba vacía.

Pilar se sentía algo nerviosa, ya que era la primera vez que hacía algo así, pero pensar que ayudaría a Paula a deshacerse del problema que representaba Ángeles le devolvió la confianza. Entró rápidamente y comenzó a buscar entre las pertenencias de Ángeles.

La habitación era grande, aunque los objetos personales de Ángeles eran escasos. Después de un rato, Pilar encontró rápidamente una caja de medicamentos en un cajón.

Dentro de la caja había un estuche con agujas y varios frascos y tarros.

Según Paula, estos contenían un medicamento para las cicatrices desarrollado por Gonzalo, creado especialmente para que las heridas en las piernas de Ángeles no dejaran marcas.

Lo que Paula le había pedido a Pilar era que sustituyera el medicamento.

Con mucho cuidado, Pilar extrajo el contenido de los frascos y lo reemplazó con el medicamento que Paula le había proporcionado. Para asegurarse de que Ángeles no notara el cambio, Pilar fue muy meticulosa, y una vez hecho, casi no se podían ver signos de manipulación en los frascos.

Pilar suspiró aliviada y también sintió curiosidad por el efecto que tendría el medicamento que Paula le había pedido introducir.

Había preguntado a Paula sobre esto, pero Paula solo había sonreído y cambiado de tema sin dar una respuesta directa.

Movida por la curiosidad, Pilar se acercó al frasco para olerlo, pero aparte del aroma amargo y aromático del medicamento para las cicatrices, no detectó nada inusual.

Pilar frunció el ceño, y justo cuando iba a volver a colocar el frasco en su lugar, de repente sintió que su cuerpo reaccionaba de manera anormal; se sentía extremadamente caliente, como si un fuego se encendiera desde dentro...

En un instante, su cara se enrojeció.

Inconscientemente, murmuró algo.

Por suerte, solo había olido el aroma y no había hecho contacto directo con él. Un viento frío entró por la ventana y Pilar, temblando, volvió en sí, dándose cuenta tarde de lo que realmente era esa sustancia.

Si Ángeles aplicara esto en su piel, el efecto sería cien veces más potente. En cualquier situación, Ángeles perdería el control y, posiblemente, perdería la razón.

¡Qué movida tan cruel!

Pilar pensaba que aquello solo causaría a Ángeles un pequeño sufrimiento, como una alergia general o quizás agravar las cicatrices, pero nunca imaginó que Paula llegaría tan lejos.