El Regreso Del Yerno Misterioso romance Capítulo 56

-Señora Grijalba, ¿qué sucede? -preguntó José, ansioso y con la voz temblorosa, la vieja señora contestó:

-El Dr. Elias le inyectó tres agujas a mi hijo y... Está... está vomitando sangre sin parar...

-¿Qué? -gritó José, impactado.

«Recuerdo al Dr. Elias haber dicho que no usaría acupuntura para tratar al señor Grijalba. ¿Por qué hizo todo lo contrario? Además, las predicciones del señor Lara son precisas. ¡El señor Grijalba sí vomitó sangre luego de tres inyecciones! ¡Esto es impresionante!»

-Al principio, no quería tomarme la molestia con esto por sus actitudes, pero la ayudaré por el bien de José —dijo Mateo con tono frío.

-¡Gracias! ¡Muchas gracias! -La vieja señora Grijalba no paraba de agradecerle. Mateo se levantó y se llevó a todos al chalé. En ese momento, el Dr. Elias y su conductor estaban parados a un costado con el rostro en pánico. No pasaba nada si el Dr. Elias no lograba sanar al señor Grijalba, pero sería una catástrofe si muriera. Su único problema era el no poder tener hijos, pero ahora, estaba a punto de perder su vida gracias a las tres inyecciones. Al ver a Mateo, el Dr. Elias le preguntó con asombro:

—¿C... cómo supo que iba a utilizar acupuntura y que iba a vomitar sangre? ¿Cómo es posible?

Mateo sonrió y respondió:

-No fue tan difícil descubrirlo. Me pude dar cuenta de los métodos médicos que utiliza y cómo va a tratar las diferentes enfermedades con solo ver las cosas que trae con usted.

-¿C... cómo es posible? -El Dr. Elias estaba atónito. No sabía que Mateo había heredado tales conocimientos de sus ancestros y aprendido todas las habilidades médicas del mundo. En los ojos de Mateo, las habilidades del Dr. Elias eran trucos muy simples y por eso pudo descubrir su as bajo la manga. Para ese momento, ya estaba parado al lado del señor Grijalba y le inyectó una aguja en su cuerpo para que dejara de vomitar. La vieja señora Grijalba y el Dr.

Elias se quedaron observando, sorprendidos. Hace un momento, el Dr. Elias hizo todo lo que pudo, pero no logró detener el vómito del señor Grijalba. Sin embargo, Mateo lo hizo con solo una inyección. ¡Sus habilidades eran asombrosas!

—¡Si incluso pude saber cuál medicamento usó el señor Higuera para tratar al señor Grijalba cuánto más usted!

-¿Qué? -José no pudo evitar sorprenderse.

«La primera vez que traté la enfermedad del señor Grijalba fue hace ocho años, pero ¿Mateo pudo saber cuál medicamento le di?»

—Señor Lara, mi hijo...no ha podido tener relaciones con su esposa y por esto, sus dos esposas pasadas lo dejaron.

Hemos buscados doctores alrededor del mundo y le hicieron todas las pruebas posibles, pero no obtuvimos resultados. ¿Cómo es posible que no esté enfermo?

Mateo sonrió antes de un cuchillo para la fruta y lo usó para tomar algunas medidas al abdomen bajo del señor

Grijalba.

~¿Qu...qué está haciendo? -El rostro de la vieja señora Grijalba se puso blanco como la nieve, pero Mateo no dijo nada. En lugar de eso, tomó algunas agujas platinadas y se las inyectó al abdomen bajo del señor Grijalba. Justo entonces, todos notaron que empezaron a salir unos bultos. Era como si algo se estuviera moviendo dentro del cuerpo del señor Grijalba. Después, Mateo encontró el momento perfecto para insertar el cuchillo, lo rotó de manera gentil y le sacó un pedazo de carne. Al mismo tiempo, también sacó una lombriz. Mateo aventó el cuchillo y anunció:

-¡Muy bien, el señor Grijalba va a estar mejor!