El romance del dulce remolino: Señor, ¿le gustaría ser mi pareja en el matrimonio? romance Capítulo 419

¡¿Cita a ciegas?!

Ying Xiaoxiao levantó su cabeza y lo miró fijamente. Su mirada estaba llena de incredulidad.

Después de todo este caos, ¡resultaba que él en realidad estaba en una cita a ciegas!

“Lu Shengyao... ¡maldito!”.

La mujer mimada salió corriendo enojada.

El caos finalmente había llegado a su fin.

Lu Shengyao levantó levemente sus cejas pronunciadas y soltó a Ying Xiaoxiao. Él se volteó hacia ella y le dijo: “Gracias. Si no hubieras aparecido de repente, todavía me estaría preguntando cómo deshacerme de esa mujer mimada”.

Al escuchar esto, Ying Xiaoxiao recobró gradualmente los sentidos y frunció el ceño. “¿Me estás usando?”.

“¿Cómo es esto ‘usar’? Esto es solo amigos ayudándose el uno al otro”.

Mientras Lu Shengyao hablaba, él levantó su mano y la colocó alrededor de los hombros de ella. “Vamos, para expresar mi gratitud, te invitaré a una gran comida”.

Él no tenía ni idea del peligro que se acercaba lentamente.

‘¿Amigo? ¿Ayuda?’.

¿Él le había preguntado sobre su opinión?

Si no, ¡entonces la estaba usando!

La mirada de Ying Xiaoxiao se oscureció y apretó los puños a los lados. Entonces, de repente levantó el puño y le dio un puñetazo en el puente de la nariz.

“¡Qué rayos!”. Lu Shengyao fue tomado por sorpresa y no pudo evitar maldecir.

“¡Ying Xiaoxiao! ¿Estás loca?”.

Lu Shengyao le gritó mientras se frotaba la punta de la nariz, que le dolía bastante.

Tan pronto cuando ella terminó de hablar, se dio la vuelta y salió, dejando atrás a un estupefacto Lu Shengyao. ¿Ella ya no estaba enojada?

Eso no estaba bien. Dada su personalidad, ¿ella cómo podía dejar que las cosas pasaran después de descubrir que él le había mentido?

En realidad, Lu Shengyao no sabía que no era porque ella no quería discutir, sino porque ella no tenía la energía para hacerlo.

Después de descubrir la verdad, ella estaba abrumada por el sentimiento de impotencia en su corazón.

Por lo tanto, ella quería escapar de allí lo antes posible. De lo contrario, temía que él descubriera que ella estaba llorando.

Ji Yinfeng llevó a Gu Ruoruo de regreso a la villa de la familia Ji. Tan pronto como entraron, ellos vieron un desastre en el vestíbulo de la entrada.

Ji Yinfeng frunció el ceño y estaba a punto de preguntarle al mayordomo lo que había sucedido.

Sin embargo, escuchó a Gu Ruoruo exclamar en sorpresa: “¿No es todo esto mío? ¿Qué están haciendo aquí?”.