El romance del dulce remolino: Señor, ¿le gustaría ser mi pareja en el matrimonio? romance Capítulo 420

Resumo de Capítulo 420: El romance del dulce remolino: Señor, ¿le gustaría ser mi pareja en el matrimonio?

Resumo do capítulo Capítulo 420 do livro El romance del dulce remolino: Señor, ¿le gustaría ser mi pareja en el matrimonio? de Internet

Descubra os acontecimentos mais importantes de Capítulo 420, um capítulo repleto de surpresas no consagrado romance El romance del dulce remolino: Señor, ¿le gustaría ser mi pareja en el matrimonio?. Com a escrita envolvente de Internet, esta obra-prima do gênero Romance continua a emocionar e surpreender a cada página.

¿Sus cosas?

Ji Yinfeng frunció el ceño aún más profundamente.

“Tío Chen, ¿qué está pasando aquí?”. Gu Ruoruo levantó la voz mientras interrogaba al mayordomo a su lado.

¿Por qué sus cosas estaban amontonadas en un desastre desordenado allí? Ella no había dicho que se iba mudar.

“Mm…”. El Tío Chen miró a Ji Yinfeng. Su expresión era incómoda, como si no supiera cómo responder.

En este momento, sonó una voz fría. “Fui yo quien les pidió a los sirvientes que los movieran aquí”.

Ji Yinfeng y Gu Ruoruo miraron hacia la dirección de la voz. Vieron a la señora de la familia Ji, Qin Silian, bajar las escaleras lentamente y detenerse ante ellos.

“Tía, ¿qué quiere decir con esto?”. Gu Ruoruo señaló la pila y preguntó.

“¿Qué quiero decir?”. Qin Silian la miró fríamente y dijo con un resoplido helado. “Nuestra familia Ji es demasiado pequeña para ti. No podemos mantenerte aquí”.

Qin Silian había perdido toda su gentileza y el afecto que había tenido hace dos días. Ella se había vuelto fría y dura.

Gu Ruoruo no era tonta. En un momento, comprendió por qué había cambiado su actitud.

Pero ella tampoco se iba a dejar pisotear.

Ella se inclinó hacia un lado, agarrando la mano de Ji Yinfeng y la sacudió. Ella dijo en un tono muy agraviado: “Yinfeng, mira a la Tía. ¿Cómo puede mover mis cosas y tirarlas aquí?”.

Ji Yinfeng la miró de reojo antes de voltearse para mirar a su madre. Había una expresión de desaprobación en su rostro. “Mamá, no debiste haber movido las cosas de Ruoruo sin su consentimiento”.

Aunque sus sentimientos por Gu Ruoruo habían disminuido, él no quería tener una amarga pelea con ella. Sería una escena demasiado fea.

Pero su madre parecía haberle dado mucha importancia. Ella estaba decidida a echar a Gu Ruoruo.

“¿Y qué si toqué sus cosas?”. Qin Silian la miró con odio y dijo con un tono de desprecio: “Hasta creo que tocando sus cosas me ensuciaría las manos”.

“¡Mamá!”. Ji Yinfeng la miró, muy disgustado.

Sus ojos recorrieron la pila de cosas y le dijo al mayordomo: “Tío Chen, haz que algunos hombres suban mis cosas. Estoy comprometida con Yinfeng y siempre seré nuera de la familia Ji, viva o muerta”.

Entonces ella se volteó para sonreirle a Qin Silain. “¿No lo cree, Tía?”.

Qin Silian entrecerró sus ojos y gritó fuertemente: “Nadie mueva sus cosas”.

Luego miró fríamente a Gu Ruoruo. “Tu compromiso con Yinfeng está cancelado. De ahora en adelante, ya no serás la prometida de Yinfeng. Por favor, sal de nuestra casa”.

“¿Cancelado?”. Gu Ruoruo no podía evitar levantar su voz. “¿Me preguntó? ¿Acepté cancelar el compromiso?”.

“Se cancelará si lo aceptas o no. No eres digna de Yinfeng”.

Las palabras de Qin Silian no le dieron espacio para negociar.

“Cuando estaba embarazada en ese entonces, ¿por qué no dijiste que no era digna de esta familia?”.

¡Gu Ruoruo encontraba sus palabras totalmente absurdas!

Histórico de leitura

No history.

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: El romance del dulce remolino: Señor, ¿le gustaría ser mi pareja en el matrimonio?