El Secreto de Mi Prometido romance Capítulo 186

Desde que descubrió la verdadera identidad de Luisa, Isabel había hablado mal de Carolina innumerables veces detrás a su espalda con otros amigos.

Sin embargo, jamás lo admitiría frente a Carolina.

Una amiga hipócrita debe mantener las apariencias.

Isabel le dio una palmadita en el hombro a Carolina para consolarla: —Carolina, no deberías hablar así de ti misma. A mi parecer, Luisa es quien realmente parece un chiste. Todos vimos cuánto te adoraba Carlos cuando acababas de regresar al país. Luisa ha sido traicionada tantas veces que ella es la verdadera broma.

Carolina sonrió, sintiéndose un poco mejor: —Tienes razón, Luisa es el chiste.

Isabel tomó un sorbo de tequila y dijo entre risas: —Carolina, he oído que Luisa ahora tiene un nuevo novio, ¿eso no sugiere que algo bueno está por suceder entre tú y Carlos?

La iluminación del bar era tenue, y la expresión sombría de Carolina quedaba oculta en las sombras. Ella esbozó una sonrisa forzada, mientras sus ojos destellaban un brillo frío.

Definitivamente, Isabel lo hacía a propósito.

La noticia de que Carlos había intentado suicidarse por Luisa había corrido como la pólvora por su círculo, era imposible que Isabel lo ignorara.

Al hacer esa pregunta, Isabel claramente se estaba burlando de ella.

Carolina sabía que Isabel no era una persona bondadosa.

Enfurecida, Carolina distorsionó su rostro y tardó un momento en recomponer su expresión, diciendo con voz grave: —No realmente, la empresa de Carlos apenas está retomando las operaciones, está demasiado ocupado trabajando todos los días, no tiene tiempo para relaciones amorosas.

—¿En serio? —Isabel rio con una claridad forzada: —¡Oh, cierto! Escuché que Carlos fue hospitalizado recientemente, debe haber sido por agotamiento. He estado muy ocupada últimamente y no tuve tiempo de ir a Puerto Bella para verlo. Diego mencionó que parecía grave, estuvo hospitalizado varios días, ¿qué ocurrió?

El semblante de Carolina se ensombreció.

Tratando de parecer tranquila, se arregló el cabello y dijo: —No fue nada grave, simplemente se debió a que frecuentemente se desvela trabajando en exceso y su sistema inmunológico se debilita, se resfría cada vez que baja la temperatura en Puerto Bella.

Isabel se cubrió su boca con sorpresa, con una expresión exagerada: —¿Oh? Hospitalizado tanto tiempo solo por un resfriado, ciertamente necesita fortalecer su sistema inmunitario.