El Secreto de Mi Prometido romance Capítulo 92

Atualizado Capítulo 92 de El Secreto de Mi Prometido, romance de Internet

O romance El Secreto de Mi Prometido foi atualizado com Capítulo 92 , trazendo detalhes muito interessantes. Se o romance El Secreto de Mi Prometido, de Internet, faz os leitores se apaixonarem por cada palavra, Capítulo 92 é um episódio de amor misturado com conspiração e intenções ocultas. Leia o próximo capítulo de El Secreto de Mi Prometido em booktrk.com hoje.

Pesquisas relacionadas a Capítulo 92 :

El Secreto de Mi Prometido Capítulo 92

El Secreto de Mi Prometido por Hinovel

Sergio exclamó furioso: —¡Esa mujer ha estado obsesionada con Andrés! Lo ha estado persiguiendo durante diez años, y en todo ese tiempo, Andrés no le ha dicho ni diez palabras. Su estado mental no es el de una persona normal. Luisa, puede que haya hecho esto por envidia, porque cree que le arrebataste a Andrés.

Patricia respiraba agitada, su pecho subía y bajaba con violencia. —¡Está mujer es una desquiciada! ¡Si le pasa algo a mi hijo, no se lo voy a perdonar!

Doña Ximena se malhumoró y le lanzó una mirada severa a Patricia. —Patricia, Andrés sigue luchando por su vida ahí dentro. ¿Cómo pudiste hablar "si le pasa algo"? ¿O es que quizás le deseas lo peor?

Los ojos de Patricia se llenaron de lágrimas. —Mamá... yo no quise decir eso...

Apenas abrió la boca, las lágrimas comenzaron a deslizarse sin control alguno por su rostro.

Víctor la reprendió con seriedad: —Deja de llorar. Andrés sigue aún en urgencias. Llorar en este momento es de mala suerte.

Pero Luisa no tenía en este momento cabeza para escuchar su discusión.

Cada minuto, cada segundo, se le hacía eterno. Para ella, la espera era un verdadero tormento.

La culpa, el remordimiento, la ansiedad y el miedo la envolvían con tanta fuerza que su pecho se oprimió de dolor. Un dolor punzante le atravesó el corazón y la respiración se le hizo cada vez más difícil. Sintió como si estuviera ahogándose, quedando al borde de la muerte.

...

El tiempo pasaba lentamente.

El sol comenzó a descender en el horizonte.

Tras una larga y angustiosa espera, la puerta de la sala de urgencias por fin se abrió.

Patricia fue la primera en correr desconsolada hacia el médico.

—¡Doctor! ¿Cómo está mi hijo?

Capítulo 92
 1

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: El Secreto de Mi Prometido